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EEUU: el toque de queda no frenó las protestas por el crimen de George Floyd

31 de mayo de 2020


Enfrentamientos entre manifestantes y policías sacudieron el sábado por la noche varias grandes ciudades de Estados Unidos, a pesar del toque de queda decretados para detener los disturbios que estallaron tras el asesinato de George Floyd, un afroamericano desarmado en manos de oficiales blancos en Minneapolis, el lunes pasado.

El presidente Donald Trump prometió detener la violencia a los tiros después de varias noches de disturbios en Minneapolis, donde George Floyd, de 46 años, murió como consecuencia de que un policía presionó su cuello con su rodilla durante diez minutos durante su arresto, del cual no se resistió.

En esa ciudad de Minnesota, en el norte de Estados Unidos, la policía antidisturbios cargó contra los manifestantes que incumplieron el toque de queda y utilizó granadas aturdidoras y bengalas de humo para dispersar la protesta.

También hubo choques entre manifestantes y la policía en Los Ángeles, Chicago y Nueva York. La presencia policial no impidió que miles de personas salieran a protestar en lugares como Dallas, Las Vegas, Seattle y Memphis.

Las manifestaciones llegaron hasta delante de la Casa Blanca, donde gases lacrimógenos e incendios llenaron el aire de humo.

En Nueva York, más de 200 personas fueron detenidas tras enfrentamientos que dejaron varios heridos entre las fuerzas de seguridad. Allí, una mujer lanzó una bomba molotov al interior de un patrullero sin provocar ningún herido.

Manifestantes quemaron autos de la policía en Miami y Atlanta, y en Los Ángeles cinco agentes resultaron heridos y hubo cientos de arrestos después de que varias personas incendiaran y saquearan comercios, sobre todo tiendas de lujo de Beverly Hills.

El caso de George Floyd se convirtió en el último símbolo de la violencia policial contra los ciudadanos negros y provocó la mayor ola de protestas de los últimos años en Estados Unidos.

Trump culpó a la extrema izquierda de la violencia y aseguró que "revoltosos, saqueadores y anarquistas" estaban deshonrando la memoria de George Floyd.

Su rival demócrata en las presidenciales de noviembre, Joe Biden, condenó la violencia de las protestas, pero dijo que los estadounidenses tenían derecho a manifestarse.

Los disturbios llevaron a ciudades como Los Ángeles, Atlanta, Chicago y Filadelfia a anunciar toques de queda el sábado por la tarde.

El gobernador de Minnesota, el demócrata Tim Walz, también denunció la responsabilidad de elementos exteriores a su estado que, según él, podrían ser anarquistas, supremacistas blancos o narcotraficantes.

Para retomar el control de la situación, anunció la movilización de los 13.000 efectivos de la Guardia Nacional de su estado, un despliegue del que no se tenía noticia desde la Segunda Guerra Mundial.

Las unidades de la policía militar permanecen alertas para una posible intervención en Minneapolis, con un tiempo de respuesta de cuatro horas, indicó el Pentágono.

La Guardia Nacional no está autorizada a intervenir en el territorio de Estados Unidos salvo en caso de insurrección. Ese cuerpo no se desplegó desde 1992, cuando fue convocado durante los violentos disturbios de Los Ángeles a raíz de la muerte a manos de la policía de otro hombre negro, Rodney King.

Fuente: Ámbito