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A la espera del dato de inflación, el Banco Central define segunda suba de tasas en el año

Tras el principio de acuerdo entre el país y el FMI, del que se desprende entre otros puntos clave, el objetivo de asegurar tasas reales positivas, la autoridad monetaria analiza incrementar los tipos de interés, tras el ajuste concretado a principios de enero. La definición se espera una vez que se conozca el próximo martes el dato de inflación de enero.

11 de febrero de 2022


A la espera de que se conozca el próximo martes el dato de inflación de enero, el Banco Central se encamina a definir la suba suba de tasas en el año, en busca de frenar la inercia del IPC, que amenaza con acercarse al 4% en el primer mes del año.

Para enero, la inflación estimada por el reciente Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) fue del 3,8%. Las expectativas mostaron que se prevé una tasa mensual cercana al 4% de acá a abril, para luego comenzar a desacelerarse tenuemente.

La mediana de las estimaciones de las 39 consultoras y entidades financieras que participaron arrojó un aumento de precios esperado de 55% para el acumulado de este año, 0,2 puntos porcentuales por encima respecto de la estimación previa

Tras el acuerdo entre el país y el FMI para refinanciar la deuda en dólares, del que se desprende entre otros puntos clave, el objetivo de asegurar tasas reales positivas, la autoridad monetaria analiza por estas horas incrementar los tipos de interés, tras el ajuste concretado a principios de enero -el primero en más de un año-.

Hace poco más de un mes, el BCRA anunció el inicio de un proceso de recalibración de su política monetaria, que incluyó una suba de dos puntos porcentuales de la tasa de interés de referencia de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días, que pasó del 38 al 40% anual, incrementando así el retorno que ofrecen los bancos por los depósitos a plazo fijo, y buscando apaciguar la presión sobre el dólar, pero también intentando detener la inercia inflacionaria.

Así, el Central dispuso el pasado 6 de enero que el rendimiento que pagan los bancos por los plazos fijos pase a un piso de 39% anual, desde el 37% previo, para los depósitos a 30 días para personas humanas (de hasta $10 millones), mientras que para las empresas la tasa mínima garantizada se fijó en el 37% anual, desde el 35% previo.

En busca de llevar flujo desde los pasivos remunerados hacia los títulos del Tesoro, también eliminó los Pases a siete días y creó una nueva Leliq a 180 días con tasa del 44%. La medida fue en sintonía con las metas acordadas con el FMI de reducir la emisión (al desafiante 1% del PBI en 2022) e incrementar el financiamiento del Tesoro vía deuda en pesos.

Claro que, al aumentar otra vez las tasas, habrá al mismo tiempo un impacto sobre el costo del financiamiento para las empresas y los individuos, lo que puede condicionar el nivel de consumo y el proceso de reactivación económica que comenzó el año pasado, tras el golpe recibido en 2020 a causa de la pandemia del Covid-19.

Según varios analistas, en el primer mes del año, la inflación no solo no detuvo su marcha alcista, sino que incluso podría haberse acelerado levemente, respecto a los niveles de diciembre. De acuerdo a distintas consultoras privadas, los alimentos presionaron al alza para que el Índice de Precios al Consumidor se acercara al 4% durante enero, luego del 3,8% registrado en el último mes del 2021.

Al dia de hoy, los plazos fijos minoristas a 30 días pagan un interés mensual del 3,25% (antes era del 3,07%), con lo cual por ahora se ubican debajo de la inflación mensual, que en el primer trimestre se espera que marque un promedio en el 3,5%.

FUENTE: AMBITO