Hoy se cumple un año del ataque que sufrió Lucio Belfiori en Luciano Molinas y Siete Jefes, plena Costanera Oeste, para robarle la moto en la que se desplazaba. Durante el robo le dispararon en el cuello, lo que provocó lesiones graves.
Los delincuentes se llevaron la moto de la víctima, se trata de una Honda Wave color blanca; minutos después del hecho, efectivos de la Comisaría Tercera lograron dar con uno de los atacantes en Alberdi al 5900 a bordo de otro motovehículo que tenía pedido de secuestro por robo.
El brutal ataque conmocionó a la sociedad santafesina y el sábado 5 de febrero se produjo una manifestación multitudinaria frente a Casa de Gobierno. "Justicia por Lucio, seguridad para todos los ciudadanos", expresaban en los flyers que recorrieron las redes sociales. Frente a la Casa Gris un gran número de personas se reunió para pedir avances en la causa.
El joven de 25 años, profesor de educación física y de básquet en Club Regatas, permaneció internado en terapia intensiva del Hospital José María Cullen hasta el 22 de marzo. Fue derivado al Hospital Vera Candioti para realizar su rehabilitación que fue ambulatoria y que se decidió que tras las actividades regrese a dormir a su casa con su familia. La gran noticia llegó el abril, Lucio regresó a Regatas, tuvo contacto con sus compañeros, alumnos y la pelota.
Lucio se sigue rehabilitando
Actualmente, Lucio continúa realizando su rehabilitación en un centro privado de la ciudad de Santa Fe. Walter, su tío, comentó a Veo Noticias que "está tratando de hacer vida normal, trabajando un poquito en el gimnasio con algunas clases con chicos y de a poco agarrando confianza. Posiblemente, en poco tiempo pueda arrancar también en Regatas con los chicos de acuerdo a cómo se vaya sintiendo".
Cuál es el estado de la causa judicial
Genaro Jesús Ramos, detenido el mismo día del hecho, está imputado como coautor de una tentativa de homicidio criminis causa; mientras que en abril, se logró la detención de Cristian Lautaro Rubio, quien está sindicado como quien le disparó a Lucio. La Justicia lo acusó de haber recibido el celular de Belfiori a sabiendas de que provenía de un hecho ilícito y haber tenido en su casa una pistola automática calibre 22 con la numeración borrada y sin la debida autorización. Ambos permanecen en prisión preventiva.
