Hoy es un día clave en las negociaciones entre el Fondo Monetario Internacional y el gobierno argentino. Con la intención de destrabar el acuerdo, a última hora del miércoles, Sergio Massa mantuvo un zoom de casi una hora con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. A la finalización del diálogo partieron rumbo a Washington el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur y el secretario de Hacienda, Raúl Rigo. En Economía afirman que “las negociaciones están encaminadas para un cierre” y que, en función de los acuerdos arribados, este viernes “se podrían tomar medidas”.
El ministro además estuvo en contacto permanente con la Casa Blanca y también conversó con el equipo económico del gobierno alemán. Los directores de Estados Unidos y Alemania son clave, junto con China, para obtener el apoyo que Argentina necesita. Por el momento, el ministro de Economía no tiene decidido viajar a Washington y continuará monitoreando las negociaciones desde Buenos Aires, según señalan en el Palacio de Hacienda.
Resta conocer si el FMI enviará desembolsos anticipados por unos 8.500 millones de dólares. Asimismo, en cuanto se estipulará la meta de déficit fiscal (el actual acuerdo la prevé un desequilibro primario de 1.9% del PBI) y la meta de acumulación de reservas.
En tanto, este miércoles el FMI insistió en un documento en que la Argentina debe eliminar el “cepo” de manera gradual, llevar la multiplicidad de cotizaciones del dólar a un “régimen cambiario simplificado”, restringir las intervenciones sobre el dólar en el mercado, mantener una política monetaria “estricta” y un ajuste fiscal amistoso con el crecimiento para fortalecer la economía. Así lo señaló en el Informe del Sector Externo.
Según el documento, el cepo y la multiplicidad de tipos de cambio “generalmente han ayudado a contener las salidas de capital, pero han introducido distorsiones que desalientan el comercio y la inversión extranjera”. Y enfatiza que esas medidas “no sustituyen a políticas macroeconómicas sólidas”.
El análisis también advierte que, según el saldo de la cuenta corriente que tuvo la Argentina en 2022 y el que debería tener como el propósito de bajar la deuda externa y comenzar a recuperar el acceso a los mercados, el tipo de cambio real promedio debió haber sido, en general, entre un 15 y un 20 por ciento mayor. En este sentido, y según trascendidos, el staff del FMI le pediría al gobierno argentino una devaluación en torno a esos valores.
Fuente: Ambito.com