La sensación de hartazgo y miedo se apoderó de los vecinos de Barrio Sur, en Santa Fe, tras una seguidilla de hechos de inseguridad que no cesa. El último episodio, ocurrido este domingo a las 10:30 de la mañana en la cuadra de 9 de Julio al 1100, encendió nuevamente las alarmas: delincuentes se subieron al techo de una casa y robaron las cañerías del tanque de agua.
“Lo hizo frente a todo el mundo”, relató una vecina en diálogo con VEO Noticias, describiendo la impunidad con la que actúan los ladrones. Según su testimonio, el robo fue advertido por otros residentes, quienes pudieron ver a la persona cometiendo el ilícito.
“Todas las noches tenemos una nueva”
La residente, que ha vivido toda su vida en el barrio, aseguró que la situación se ha vuelto insostenible en los últimos dos años. “No paran de suceder cosas. La semana pasada entraron a mi casa, pero ya habían entrado antes. La diferencia es que esta vez fue mientras estábamos durmiendo”, expresó con angustia.
El relato da cuenta de un patrón delictivo constante: intentos de entraderas en casas vecinas, rotura de portones y la ocupación de viviendas deshabitadas que son utilizadas para “hacer inteligencia”. Según la entrevistada, los responsables serían “los mismos chicos de siempre”, quienes recorren la zona y marcan las casas después de las 23:30, cuando disminuye la actividad en un club cercano.
Un barrio céntrico y desprotegido
La indignación de los vecinos crece al contrastar la inseguridad que padecen con la ubicación estratégica del barrio. “Estoy a tres cuadras y media de la Casa de Gobierno, a tres de donde vive el gobernador, a tres de Tribunales y a cinco de la Legislatura”, detalló la vecina.
Pese a la cercanía con los centros de poder y a tener la Jefatura de la Unidad Regional I a solo cuatro cuadras, la percepción es de total abandono. “Parecería o se parece bastante a una zona liberada”, sentenció la mujer. Si bien reconoce que la policía puede estar “desbordada”, critica la falta de patrullaje constante, una medida que, según recordó, había traído calma durante el verano pasado.
El temor a una reacción de los vecinos
El miedo es el sentimiento que predomina en la comunidad. La vecina recordó hechos de extrema violencia, como el incendio de la casilla de una persona en situación de calle ocurrido días atrás, y advirtió sobre las posibles consecuencias del desamparo.
“La gente tiene miedo. Esto termina mal porque los vecinos empiezan a tomar otras medidas”, alertó. Finalmente, hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad en su conjunto para encontrar una solución antes de que la situación escale a un hecho más grave. “O nos ponemos las pilas entre todos como sociedad, desde la clase política, la policía y los vecinos, o esto termina mal”, concluyó.
