El Ejército chino se declaró "listo para pelear" luego de completar tres días de maniobras militares en torno a Taiwán en las que simuló un bloqueo a la isla en respuesta a una visita de su presidenta a Estados Unidos.
China, que denominó estos ejercicios "Espada Conjunta", dijo que su objetivo era lanzar una advertencia a Taiwán y a terceros países que pretendan "independizar" a la isla, que Beijing considera parte de su territorio pese a que tiene un Gobierno autónomo.
“Las tropas están listas para luchar en todo momento y pueden luchar en cualquier momento para aplastar resueltamente cualquier forma de 'independencia de Taiwán' e intentos de interferencia extranjera”, dijo el Ejército de China en un comunicado.
Los ejercicios fueron similares a los realizados por China en agosto pasado, cuando lanzó ataques con misiles contra objetivos en los mares alrededor de Taiwán en represalia por la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán.
Estos, sin embargo, fueron de menor magnitud y causaron menos trastornos en la zona.
"Del 8 al 10 de abril, el Mando del Teatro Oriental del Ejército chino completó con éxito varias tareas de patrullaje de preparación para la guerra en torno a la isla de Taiwán y probó de manera completa la capacidad de combate conjunta integrada de múltiples sectores del ejército bajo condiciones de combate", dijo el Mando Oriental en redes sociales.
Los ejercicios comenzaron el fin de semana luego de que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, se reuniera la semana pasada con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, durante una escala en California de una gira por América.
China considera la isla de Taiwán, de 23 millones de habitantes, como una de sus provincias que aún no ha logrado reunificar con el resto de su territorio desde el final de la guerra civil china en 1949.
Durante las maniobras, China simuló ataques selectivos contra Taiwán así como el cerco de la isla, incluido su "sellado", y los medios estatales informaron que decenas de aviones habían practicado un "bloqueo aéreo".
Uno de los dos portaaviones chinos, el "Shandong", también participó.
Estados Unidos, que había pedido repetidamente a China moderación, envió el destructor lanzamisiles "USS Milius" a través de sectores disputados del Mar de China Meridional.
El despliegue del "Milius" provocó inmediatamente la condena de China, que afirmó que el buque había "invadido ilegalmente" sus aguas territoriales.
Estados Unidos lo negó.
"Esta operación de libertad de navegación respetó los derechos, libertades y usos legítimos del mar", dijo la Marina estadounidense en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
La nota explicó que el buque había pasado cerca de las islas Spratly, un archipiélago reclamado por China, Taiwán, Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi y situado a 1.300 kilómetros de Taiwán.
En China, el Gobierno del presidente Xi Jinping volvió a advertir que la paz en el estrecho de Taiwán y la independencia de la isla son "mutuamente excluyentes".
"La independencia de Taiwán y la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán son cosas mutuamente excluyentes", dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin.
Beijing, además, se opone a cualquier contacto oficial entre Taiwán y gobiernos extranjeros.
Estados Unidos reconoció a la República Popular China en 1979 y considera a Taiwán parte de ella, aunque es el principal aliado y proveedor de armas de la isla.
China está descontenta con el acercamiento de los últimos años entre las autoridades taiwanesas y Estados Unidos.
El Ministerio de Defensa taiwanés dijo que desde el domingo, un total de 70 aviones militares chinos fueron detectados y que la mitad de ellos cruzaron la línea media del Estrecho de Taiwán, un límite no oficial que alguna vez fue reconocido por China y Taiwán.
Beijing esperó al regreso de Tsai a Taiwán y el fin de la visita a China del presidente francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para lanzar la operación "Espada Conjunta".
Según el experto sobre el ejército chino de la Universidad de Tecnología de Nanyang, Singapur, James Char, esto muestra que China intenta "reactivar" las relaciones con Europa y que una operación militar contra Taiwán "irá en detrimento de esta apertura diplomática".
Fuente: Telam