Los disturbios comenzaron en el codo noroeste tras el gol de Díaz (72´) que marcaba la mínima diferencia a favor del equipo santiagueño.
Al repetirse un resultado negativo para el sabalero, un grupo de hinchas comenzó a arrojar proyectiles, romper los alambrados y hacer destrozos. Tras varios minutos con el encuentro detenido, el jefe del operativo policial aseguró que no estaban dadas las condiciones para continuar.
Asimismo el árbitro Felipe Viola le explicó a los capitanes: “esto no puede seguir, vamos a terminar todos lastimados”. Tras estos dichos finalmente el encuentro se dio por terminado a los 34 minutos del complemento. Los jugadores debieron salir del campo de juego varios minutos después en tandas y cubiertos por escudos policiales bajo un lluvia de piedras. Finalmente la policía de la provincia efectuó disparos de balas de goma para dispersar a los barras de la tribuna y que finalmente se retiren del estadio.
Cabe destacar que la tensión se hizo notar en la semana previa al encuentro entre banderas, cánticos y un profundo malestar del hincha por el mal presente de Colón.
