Las manifestaciones contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvieron este domingo a ocupar las calles para exigir su dimisión, en medio de una nueva crisis del Gobierno de coalición, que debió suspender el Consejo de Ministros de hoy por no poder negociar un acuerdo sobre un nuevo paquete de medidas económicas para paliar el efecto de la pandemia.
Las manifestaciones, que aglutinaron a decenas de miles de personas, 15.000 de ellas solo en Jerusalén, comenzaron este sábado por la tarde y se repitieron en la residencia del primer ministro, al norte de Tel Aviv, y en varias rutas de la costa de Israel, hasta terminar esta mañana, cuando la Policía detuvo a tres personas que se negaban a desbloquear una autovía, reseñó la agencia de noticias Europa Press.
Mientras tanto se produjo la inusual cancelación del habitual Consejo de Ministros semanal, una situación que puso al borde de la ruptura a la coalición entre el derechista partido Likud de Netanyahu y la alianza de centro Blanco y Azul, del ministro de Defensa, Benny Gantz.
La agrupación abandonó la sesión tras acusar a Netanyahu de ignorar las condiciones establecidas para formar Gobierno y de intentar provocar deserciones en sus filas para sumarlas al Likud, en medio de una segunda ola de contagios de coronavirus, de la causa abierta contra el primer ministro por corrupción y, sobre todo, de las negociaciones sobre los presupuestos generales para 2021 y 2022, que deberán incluir medidas adicionales de ayuda y que tienen que ser aprobados en un plazo máximo de dos semanas.
Oficialmente, Gantz argumenta que el Likud no ha ofrecido los suficientes detalles sobre su propuesta de 2.100 millones de euros adicionales para los afectados por la Covid-19, mientras el partido de Netanyahu acusa a sus socios de obstaculizar las negociaciones.
El problema de los presupuestos es que abarcan dos años en lugar de uno, lo que significa que Netanyahu sería incapaz de utilizar la hipotética negociación del año próximo para obstaculizar a Gantz quien, según las reglas de la coalición, debería asumir el año que viene la jefatura del Gobierno.
Fuentes de Azul y Blanco pronostican un panorama difícil. "La formación de la coalición ha sido un error", explicaron al diario Times of Israel, y añadieron: "No hay posibilidad real de resolver la crisis presupuestaria porque Netanyahu está decidido a volver a las urnas".
Sin embargo, el ministro de Finanzas, Israel Katz, denunció la falta de consenso de la alianza de Gantz. "Han cruzado una línea roja. Azul y Blanco ha pasado de un desacuerdo político a dañar seriamente al público en general", lamentó el ministro en declaraciones a la radio del Ejército israelí recogidas por las agencias Europa Press y EFE.
Si la coalición no consigue acordar los presupuestos o enmendar la ley israelí como último recurso, el Parlamento será disuelto e Israel estará abocado, por cuarta vez en menos de dos años, a celebrar elecciones.
A todo esto, la pandemia sigue su rumbo. Según las últimas estimaciones del sábado, el número de casos confirmados de coronavirus en Israel aumentó a 80.991, después de un incremento de 1.716 infecciones en 24 horas, y la cifra de muertos subió a 581, en el cuarto día consecutivo en el que el recuento de nuevos contagios se ha mantenido por encima de los 1.700.
Fuente: Télam