"Se hizo justicia, pero la perpetua es para nosotras, porque el dolor lo vamos a llevar siempre, y él siempre me va a faltar" aseguró Azucena Ponce de León, la mamá de Maxi Olmos, minutos después de que se conociera la sentencia de prisión perpetua para Cristian Horacio "Pastelito" Martínez y Jesús Ignacio "Gringo" Noriega.
La acusación fue llevada adelante por los fiscales Rosana Marcolín y Estanislao Giavedoni, junto a los abogados querellantes Martín Risso Patrón, en representación de Azucena y de Matías Pautasso, en representación de Daianaella. En cuanto al trabajo, Azucena dijo que agrace su trabajo y que ahora confía en la justicia.
"Nosotros estamos conformes", manifestó la Dra. Rosana Marcolin. "Es muy duro pasar por el juicio oral. Los fiscales estamos siempre pensando en la familia. Desde esta fiscalía siempre buscamos encontrar los responsables del homicidio de Maximiliano, no fuimos a buscar encarcelar a cualquiera,. De hecho la gran mayoría de las pruebas son objetivas, no dependen de testimonios o memorias que se pueden ver alteradas con el paso del tiempo".
Sobre la vivencia de convivir en el mismo espacio con los homicidas de su hijo, Azucena dijo: "No los quería ni mirar, el día de los alegatos que estaban sus abogados defensores tenía ganas de gritar ' me mataron a mi hijo a sangre fría".
Maximiliano Olmos tenía 25 años cuando recibió tres disparos al ser interceptados por asaltantes cuando transitaba en su motocicleta en la esquina de Pasaje Pasteur y Pasaje Larramendi, en el barrio Fomento 9 de Julio.
El joven derrapó y cayó al pavimento herido, mientras que los delincuentes se llevaron su moto.
Olmos fue derivado de urgencia al hospital José María Cullen, donde se constató que presentó tres heridas de arma de fuego: uno de los proyectiles le dio en el cuello, el otro en el abdomen y el tercero le atravesó el tórax.
