Los efectos negativos de la pandemia, sumados a la crisis económica que sufre nuestro país desde hace tiempo, hizo que 1,7 millones de personas se cayeran de la clase media y pasen a una situación de mayor vulnerabilidad. Los datos surgen de un reciente informe del Banco Mundial.
El trabajo precisó que antes de la crisis sanitaria, el 51% de la población era considerada de clase media, mientras que el efecto económico del coronavirus y las medidas de aislamiento social redujo ese porcentaje a cerca del 45%. El informe del Banco Mundial, titulado “El lento ascenso y súbita caída de la clase media en América Latina y el Caribe”, destacó el efecto de la pandemia en el nivel de vida de los países de la región.
De acuerdo a los criterios elegidos por el organismo multilateral, la clase media incluye a las personas que tuvieron ingresos diarios de US$ 13 a US$ 70 a valores de 2011, ajustados por paridad de poder adquisitivo de acuerdo con los precios de cada país.
De todas formas, muchas veces es difícil definir el universo de la clase media, ya que muchos ciudadanos se auto perciben dentro de ese segmento. Una reflexión interesante al respecto puede ser la que hace algún tiempo hizo el especialista en consumo Guillermo Oliveto, de la consultora W.
Para Oliveto, el 85% de la población argentina se autopercibe como de clase media, aunque técnicamente muchos no lo sean. “Es una comunión simbólica, un imaginario compartido, más que una igualdad que pueda expresarse en la práctica”, deslizó.
En esa línea, el investigador de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), Adrián Gutiérrez Cabello, destacó ante El Economista que los efectos de la pandemia complican aún más la definición de este estrato social. “De todas formas, en nuestro país este proceso de caída en la clase media lleva mucho tiempo, hay que tener en cuenta que el último año de crecimiento real fue 2011, con una profundización de la recesión a partir de 2018”, agregó.
En una evaluación realizada para todos los países de la región, el Banco Mundial estimó que “es probable que la crisis de 2020 revierta en poco tiempo muchos de los logros sociales que tardaron décadas en materializarse en América Latina y el Caribe”. En ese sentido, agregó que “en las últimas dos décadas, la región ha visto reducirse a casi la mitad el número de personas que viven en la pobreza y aumentar el tamaño de su clase media”, situación a la que será difícil retornar en el corto plazo.
El Banco Mundial consideró que hasta 2019 la proporción de la sociedad argentina que estaba incluida dentro de la clase media era del 51% del total. Durante 2020, debido al impacto de la crisis sanitaria, esa cantidad se redujo a un promedio del 44%. Sin embargo, teniendo en cuenta las medidas oficiales de asistencia, esa caída quedó en un rango de 45,2%.
En declaraciones radiales, Oliveto opinó ayer sobre la caída de la clase media. “Creo que Argentina viene en un proceso de 10 años sin crecer. En ese tiempo, la economía cayó 13%, la inflación fue 1.500%, la pobreza pasó del 26% al 42%, el mercado de alimentos en unidades cayó 10%, el de primeras marcas 25%”, detalló el especialista.
Además, Oliveto consideró que dentro de esa clase media hay una brecha cada vez más grande entre la clase media alta y la baja. “Hoy a partir de $150 mil sos clase media alta, es un delirio. Son menos de mil dólares. Claramente en dólares toda la Argentina es más pobre. Y si nadie invierte, es difícil conseguir trabajo y se fragiliza la estructura social’.
Concretamente, antes de la crisis sanitaria, en Argentina había 14.688.000 millones de personas que podrían encuadrarse dentro de la clase media. “Bajo esta lógica, en 2020, tras la crisis económica por la pandemia y los efectos de mitigación de la respuesta a través de programas sociales, un aproximado de 1,7 millones de personas habría salido de la clase media”, aseguraron desde el Banco Mundial.
El director de LCG, Guido Lorenzo, comentó ante El Economista que “la pandemia puso de relieve algo que ya venía sucediendo: los Estados tienen cierta facilidad para dar asistencia en los sectores más postergados pero es difícil llegar a sectores medios”. Para Lorenzo, la solución pasa por la generación de empleo, “pero en un contexto de incertidumbre como el que planteó la pandemia es difícil”.
El economista consideró que en Argentina existe una situación de incertidumbre que el Gobierno amplificó “por postergar un acuerdo con el FMI y una política errática en varias áreas”. “Creo que en el país el desafío hoy en día es recuperar la estabilidad y luego encontrar un rumbo, el que sea, pero que se defina”, finalizó Lorenzo.
En una línea similar, el exministro de Economía de Cambiemos, Hernán Lacunza, dijo, en 2019: “En las recesiones modernas sufre más la clase media que el sector de menores ingresos”.
Fuente: El Economista