El Tribunal Oral N° 1 del Crimen, declaró culpables a los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa. Cinco de ellos fueron considerados coautores del homicidio doblemente agravado, por lo que recibieron una pena de prisión perpetua; mientras que los otros tres, fueron declarados culpables como partícipes secundarios.
En ese sentido, Hugo Lescano, especialista en lenguaje no verbal, analizó los gestos y actitudes corporales de los ocho condenados durante la sentencia que se vivió ayer en Dolores.
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El experto explicó en Argenzuela los indicadores de comportamiento de cada uno de ellos mientras escuchaban la lectura del veredicto y la sentencia final del juicio, que condenó a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi a prisión perpetua como coautores del "homicidio de doblemente agravado por alevosía y premeditación de dos o más personas".
Mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y a Lucas Pertossi fueron considerados participes secundarios del homicidio, por lo que recibieron una condena de 15 años de prisión.
Los gestos más llamativos
El desmayo de Maximo Thomsen durante la lectura del fallo causó gran revuelo en la opinión pública y algunos dudaron de que sea real. Sin embargo, Lescano explicó que es verdadero y aseguró que el joven no necesitaba actuar en ese momento porque ya la justicia tenía una decisión tomada, eso no cambiaría el veredicto. Además resaltó que lo llamativo fue la reacción de las personas a su alrededor. "Ninguno lo tocó, nadie se comprometió. Nadie tiene empatía con él", dijo el especialista.
Sobre Blas Cinalli, Lescano resaltó que mira hacia arriba. "Esa gestualidad hay que averiguar si no hay algún contexto religioso. No tiene signo de sufrimiento en el rostro, más bien de alivio", dijo.
Por su parte, Ayrton Viollaz hizo varios gestos: se toma la cabeza con las dos manos, pasa la mano por la frente, se tapa la cabeza, se tapa los ojos. "Una persona que hace tantos códigos es porque la emoción es extremadamente intensa. Estaba entrando en una crisis de estrés", aseguró el especialista.
Matías Benicelli se acomodó la ropa de una manera exagerada y según Lescano, eso es un gesto de adaptadores o adaptación y los hacemos cuando el estrés es extremadamente alto. "Ese joven es el que estaba más estresado anímicamente".