Alberto Fernández usó una expresión en latín para frenar el aumento de combustibles. “Sine die”, le dijo en su llamado telefónico al presidente de YPF, su amigo Guillermo Nielsen, para dejar sin efecto la suba del 5% “por tiempo indeterminado”, según la traducción del término que utilizó varias veces en la tarde de ayer.
En la residencia presidencial de Olivos, el Presidente leyó los diarios y luego vio las repercusiones de un trascendido sobre una conversación que habría mantenido con Nielsen en el transcurso de la semana. Luego todos los medios publicaron que la petrolera estatal aumentaría los combustibles un 5% este domingo por la noche.
Nielsen proponía subir 10% y el Presidente le habría dicho que sólo aceptaría la mitad aunque nunca se confirmó la versión en Gobierno. Este domingo Fernández se tomó tiempo para evaluar el impacto que tendría la medida sobre la inflación, sobre el resto de las petroleras y sobre el resto de la economía. Si habilitaba el aumento sería el único aumento en el marco del congelamiento de las tarifas de servicios públicos previsto para los próximos 180 días. Aún así el impacto sería fuerte sobre gran parte de las actividades.
En ese contexto, las naftas aparecían como la excepción, pero Fernández tomó la decisión e hizo el llamado. “Si lo pueden aclarar lo voy a agradecer”, pidió el Presidente a su círculo íntimo tras la conversación con Nielsen, a quien le indicó que no se aumenten las naftas “por ahora”.
Después se encerró en varias reuniones en la residencia presidencial para definir los próximos anuncios de la semana.
Este domingo por la mañana, la compañía había anunciado un incremento del 5% que representaría un aporte de 0,2 punto porcentual en la inflación de enero, de acuerdo con la ponderación del Índice de Precios al Consumidor elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Fuente: Infobae