En la tarde de la víspera y por medio de una comunicación telefónica, un oficial del Servicio Penitenciario provincial que estaba trabajando en la cárcel de Las Flores en el norte de la capital santafesina, informó a sus superiores sobre el presunto hallazgo de estupefacientes en el interior de un pozo. Las autoridades penitenciarias convocaron a pesquisas antinarcóticos de Microtráfico de la Policía de Investigaciones, llegaron y constataron la existencia de al menos 15 ladrillos dentro de un pozo. Históricamente, los ladrillos con estupefacientes, pesan entre 850 gramos y un kilogramo, aunque no hubo información oficial sobre el pesaje de la totalidad de los estupefacientes secuestrados. El secuestro de teléfonos celulares pone en crisis nuevamente el control realizado en los penitenciarios, y las visitas de familiares de los internos.
Teléfonos celulares
Después sometieron la sustancia al narcotest e informaron al fiscal federal sobre la situación planteada y éste ordenó cadena de custodia y la intervención directa de oficiales y suboficiales de Gendarmería Nacional Argentina, quienes secuestraron varios teléfonos celulares durante la requisa realizada en los pabellones, y las medidas concluyeron en la mañana de este viernes.
Hermetismo
La situación planteada, por la gravedad potencial que suponen los hechos, por las derivaciones que pueden ocurrir, se mantiene un discreto hermetismo, porque evidentemente, la investigación se profundizó y se trata de evitar filtraciones que frustren el resultado de la investigación.
