Se trata de una decisión histórica. El partido nacionalista escocés, que gobierna en Escocia con una mayoría independentista, había preguntado al Tribunal Supremo británico si podía legislar en el parlamento regional escocés una ley para celebrar un segundo referéndum de independencia sin el consentimiento de Londres. Su líder, Nicola Sturgeon, lo había convocado para 2023.
El presidente del Supremo, Lord Reed, ha dicho que no porque se trata de un asunto reservado al parlamento central de Londres, según la ley de 1998 que devolvió el parlamento a Escocia. Los nacionalistas escoceses se habían referido también al derecho de autodeterminación incluido en la legislación internacional, pero Lord Reed ha afirmado que éste solo se aplica en colonias o nacionales oprimidas y que no es el caso de Escocia.
La primera ministra escocesa Nicola Sturgeon se declaró "decepcionada" por una decisión que en su opinión "no hace la ley, solo la interpreta". La líder nacionalista escocesa, ha replicado que no se le puede negar el derecho a decidir su futuro a Escocia y acaba de decir que convertirá las próximas elecciones generales de 2024 en un referéndum ‘de facto’ con la única pregunta de si quieren que Escocia sea independiente para seguir presionando al gobierno de Londres, el gran ganador.
Es una sentencia "clara y definitiva", afirmó por su parte el jefe del gobierno británico, Rishi Sunak, llamando a ambos ejecutivos a "trabajar juntos" de forma "constructiva, colaborativa, en asociación" en un contexto de grave crisis económica en el Reino Unido.
Para Sturgeon "negar a uno de los socios" el derecho a decidir su futuro "es una píldora difícil de tragar para cualquier defensor de la independencia y de la democracia", reconoció en rueda de prensa en Edimburgo, denunciando "una situación simplemente insostenible".
"Debemos encontrar y encontraremos otro medio democrático, legal y constitucional por el que el pueblo escocés pueda expresar su voluntad", afirmó. "En mi opinión, eso sólo puede ser una elección", agregó, anunciando que buscará el modo de convertir las próximas legislativas británicas, previstas en enero de 2025 a más tardar, en un "referéndum de facto".
Fuente: RFI