El papa Francisco criticó el aborto al considerar que "es un acto que suprime la vida inocente e indefensa" y planteó que "todo el mal del mundo" se resume como un "desprecio a la vida". Lo equiparó con "contratar a un sicario para resolver un problema".
"Todo el mal del mundo, desde las guerras a la cultura del descarte, se podría resumir como un desprecio a la vida", planteó durante la audiencia general en la Plaza San Pedro.
"Es una mentalidad que llega a consentir incluso la supresión de la vida humana en el seno materno en nombre de otros presuntos derechos", criticó, en referencia a la práctica del aborto y los argumentos esgrimidos por sus defensores.
"¿Cómo puede ser terapéutico, civil, o simplemente humano, un acto que suprime la vida inocente e indefensa en su inicio?", agregó el papa en su encuentro semanal con los fieles.
"Toda violencia y daño contra la vida provienen del miedo. Acoger al otro desafía nuestro individualismo", aseguró durante su catequesis en italiano.
"Pensemos a la llegada de un niño enfermo. Esta situación puede ser dramática, por eso los padres deben ser acompañados y sostenidos para superar sus compresibles miedos", propuso.
"Un niño enfermo, como cualquier persona necesitada y vulnerable, más que un problema es un don de Dios, que nos puede sacar de nuestro egoísmo y hacernos crecer en el amor", puntualizó.