Naftali Bennett recibió personalmente el domingo en el aeropuerto internacional Ben Gurion, en las afueras de Tel Aviv, a un grupo de 100 refugiados ucranianos. Entre ellos, unos 60 niños y adolescentes de 2 a 18 años, en su mayoría huérfanos, y 40 profesionales del orfanato del que proceden.
Otros dos vuelos con otros 200 refugiados ucranianos también llegaron al país el domingo.
El grupo de niños y el personal del orfanato tardaron dos días en llegar a Israel. Partieron de la ciudad de Zhytomyr, al norte de Ucrania, y primero tuvieron que cruzar la frontera con Rumania, donde fueron recibidos por el embajador de Israel, David Saranga.
A continuación, viajaron en autobús a Transilvania y, sólo desde allí, embarcaron en un vuelo de la compañía aérea israelí El Al. Tras aterrizar, el grupo de huérfanos fue llevado a un centro educativo en las afueras de Jerusalén, donde fueron recibidos por cientos de israelíes.
Además de Bennett, muchos ministros acudieron al aeropuerto para recibir a los niños con banderitas de Israel y música alegre.
El gobierno israelí ya ha enviado 100 toneladas de ayuda humanitaria a la frontera con Ucrania. Y el mayor hospital de Israel, el Centro Médico Sheba, establecerá un hospital de campaña en la ciudad ucraniana de Lviv. También están previstas otras misiones médicas y humanitarias.
Pero la cuestión de la integración de los refugiados ucranianos es controvertida en Israel. Ciertamente, muchos políticos y activistas abogan por que el país abra sus puertas a cualquier refugiado de Ucrania, dada la historia de persecución de los judíos, especialmente lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, y el hecho de que Israel es un país formado por inmigrantes.
Los más conservadores sólo están abiertos a aceptar refugiados de origen judío.
Sólo en Ucrania, unas 200.000 personas tienen ascendencia judía y pueden, según la llamada "Ley del Retorno", emigrar a Israel en cualquier momento y recibir la ciudadanía inmediatamente.
Pero la ministra del Interior, Ayelet Shaked, una conocida conservadora, ha expresado su preocupación por la llegada masiva de refugiados no judíos. Calculó que se espera que 15.000 ucranianos lleguen a Israel sólo este mes de marzo, y que el 90% de ellos no serán judíos
La ministra dijo que revisará la política de acogida de refugiados, que ha provocado la frustración del lado más liberal del gobierno, que aboga por recibir al mayor número posible de personas que buscan refugio en Israel, independientemente de su religión.
Muchos critican ya las condiciones que está adoptando la Autoridad de Inmigración, como pedir una fianza en efectivo a los refugiados para que no se sientan obligados a quedarse en Israel después de la guerra.
La ministra de Inmigración e Integración, Pnina Tamano-Shata, ella misma inmigrante de Etiopía, ha amenazado con dimitir si continúan estas condiciones, que ha calificado de "inmorales".
Fuente: AFP