La Casita de las Madres, el espacio que funciona junto al Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia, cumple 22 años acompañando a las familias que llegan desde distintos puntos de la provincia para acompañar a sus hijos e hijas durante tratamientos o internaciones prolongadas.
El servicio nació con el objetivo de ofrecer alojamiento y contención a madres y familiares que necesitan permanecer cerca del hospital, especialmente en los casos de internaciones complejas que se extienden por semanas o meses. Con el paso del tiempo, el lugar se adaptó a nuevas necesidades y hoy se mantiene activo durante todo el año.
Gabriela Fernández, una de las referentes de la institución, explicó que el espacio recibe tanto a madres de pacientes internados como a quienes llegan para tratamientos ambulatorios. “El servicio es para las madres que tienen a los chicos internados en el hospital o que vienen a hacer algún tratamiento ambulatorio. Se alojan acá, están las madres ambulatorias, se quedan todo el día o vienen al otro día; después tenemos a las madres de los chicos que están internados, que atraviesan la terapia o algún otro servicio”, detalló.
Actualmente, la Casita cuenta con 20 camas disponibles para las mamás que necesitan quedarse a dormir, aunque durante el día también recibe a padres y madres que llegan para acompañar a sus hijos en turnos médicos. “A veces los colectivos no coinciden o el turno es a la tarde, entonces vienen acá, almuerzan o cenan y ya se retiran. A la noche quedan las madres que se quedan a dormir”, agregó Fernández.
A lo largo de estos 22 años, la Casa de las Madres se consolidó como un espacio de cuidado, empatía y acompañamiento, sostenido por el compromiso del personal y la solidaridad de la comunidad santafesina. Un refugio que sigue haciendo más llevadero el paso por el hospital y recordando que, frente a la enfermedad, nadie debería atravesar el camino en soledad.


