La Conmebol se defendió ante las críticas por la organización de la Copa América 2021, que comenzará esta domingo a la tarde en Brasil, mediante una carta abierta en la que asegura que su realización en ese país "no es caprichosa, improvisada ni se hizo a las apuradas".
En respuesta a "los cuestionamientos infundados, que tienen motivaciones poco claras", la entidad rectora del fútbol sudamericano se propuso dejar en claro tres pilares sobre los que se apoyó la decisión de cambiar de sede: "responsabilidad, profesionalismo y objetivo deportivo".
Sobre el primero de ellos planteó: "La Conmebol es plenamente consciente de la situación que atraviesa el continente en el contexto de la pandemia. Del mismo modo, reconoce la importancia que el fútbol tiene en la cultura sudamericana y el papel que ha desempeñado en la salud física, mental y espiritual de la población desde el inicio de la pandemia".
"Por ello, con el concurso de un panel de expertos y en estrecha coordinación con las autoridades sanitarias de los 10 países, diseñó y aplicó con éxito rigurosas acciones y medidas sanitarias en todos sus torneos. Dichas medidas tienen una altísima eficacia, fácilmente verificable con las estadísticas. Más del 99% de decenas de miles de pruebas de detección del coronavirus han arrojado resultado negativo en los últimos diez meses", abundó.
"La burbuja sanitaria a la que están sometidas las delegaciones supone minimizar el contacto con el exterior, la realización de test 48 horas antes de cada partido para todas las personas involucradas en los juegos y el traslado de las delegaciones en vuelos chárter. La Conmebol es, además, la única confederación del mundo que lleva adelante una masiva vacunación de jugadores, técnicos, árbitros y asistentes", aclaró.
Escenario de alto riesgo
El torneo de selecciones más antiguo del mundo se jugará desde el domingo en un país que ocupa el segundo lugar a nivel mundial en número de víctimas por Covid-19 (casi medio millón de fallecidos), el tercero en contagios (17,3 millones) y que espera una tercera ola del virus durante la fecha de la competencia, según su observatorio sanitario oficial.
El laboratorio Fiocruz, vinculado al Ministerio de Salud, alertó que el escenario actual de la pandemia es de "alto riesgo" con la mayor parte del país en situación hospitalaria crítica debido a una ocupación de camas de terapia intensiva superior al 80% y recomendó tomar fuertes medidas de prevención durante las próximas semanas mientras avance la campaña de vacunación.
Brasil fue anunciado como nuevo anfitrión de la Copa América el pasado lunes 31 de mayo después la baja de las dos sedes originales: Colombia, envuelta en un conflicto social, y la Argentina, golpeada por la segunda ola de coronavirus.
A propósito de ello, la Conmebol consideró que la decisión de realizar el torneo en ese país "no es caprichosa ni improvisada" debido a que allí "están en desarrollo los torneos nacionales, estaduales y locales, así como las competiciones internacionales de la Conmebol y las Eliminatorias para la Copa del Mundo".
"La Conmebol acordó con el gobierno brasileño la Copa por lo expuesto y por el hecho de que la última competición se realizó allí mismo en el 2019, lo que facilita enormemente la organización. No se hizo 'a las apuradas', lo que sería imposible", explicó.
Finalmente, sobre la noción de objetivo deportivo, la institución presidida por el paraguayo Alejandro Domínguez trazó que la Copa América tiene por finalidad "que las selecciones nacionales de Sudamérica lleguen a la Copa del Mundo 2022 con rodaje y buena preparación física y técnica".
Fuente: Telam