El 15 de noviembre de 2022 fue la última maratón acuática Santa Fe-Coronda que entre los puntos destacados tuvo a Érika Yenssen, oriunda de San Jerónimo Norte como la ganadora entre las damas.
Pero eso no fue una casualidad porque durante 2023, la nadadora santafesina hizo podio, en tercer lugar, en el Lago Saint Jean de Canadá, de 32 kilómetros; en la Capri-Nápoles, de 36 y en la Ohrid-Macedonia.
Antes de la presentación exitosa que se hizo la semana pasada, Yenssen ya sabía que la edición 47 se concretará el 2 de febrero de 2025. “Venía escuchando rumores y hubo algunas noticias de que estaba la posibilidad de que vuelva a realizarse la prueba. El sábado anterior me llegó el mail con la información”.
En esta temporada, la oriunda de San Jerónimo Norte hizo presencia parcial: “Este año estuve participando en una prueba de larga distancia en Canadá. Bastante reconocida dentro del circuito mundial. Es muy desafiante porque se realiza en un lago de agua fría. Obtuve un cuarto puesto. Luego me dediqué a entrenar y cursar en la facultad”.
LA PRIMERA
Sobre la victoria en la prueba de hace dos años, la atleta explicó que “ser la primera santafesina que ganó la Santa Fe Coronda para mí, es un orgullo. Que sea en mi provincia, con mi gente, y una prueba que sigo desde chica es muy gratificante”.
Yenssen, pese a su juventud, ya reunió historias propias y ajenas en el contexto de la folclórica maratón: “Anécdotas, un montón. Se me viene a la mente una vez haber sentido mientras nadaba que un pez me tocó y empezar a gritar que quería comerme (risas). Otras veces anécdotas con mis guías, confundir el alimento. En una prueba una guía inexperta me dio la botella de agua con la tapa puesta y yo tenía que sacarla lo cual hacia que pierda mucho tiempo” y “olvidos de cosas esenciales al momento de competir también supe tener bastantes”.
AGUAS CONGELADAS
En cuanto a dificultades: “La prueba que más me costó fue la del Lago San Juan en Canadá, estuve participando 2 veces y la preparación fue muy dura y demandante ya que es una prueba que se caracteriza por ser en agua de deshielo, baja temperatura y de 32 kms. Hice una preparación previa desafiante a nivel físico y mental entrenando al aire libre en pleno invierno. Este año también el lago estuvo con muchas olas lo que la hizo más exigente aún” sin embargo las “carreras largas, las siento más desafiantes y eso me gusta”.
Con 26 años, lleva más de la mitad de su vida en la práctica “en serio” de la natación. “Empecé a entrenar un poco más en serio a mis 11 años. Y a competir en aguas abiertas por primera vez a los 14, en un selectivo en Santa Fe, para un Mundial” finalizó la nacida el 15 de abril de 1998, quien tuvo su otro gran resultado en 2019 con un segundo lugar en Macedonia.