Según varios de los convencionales reformistas constituyentes de 1994, Elisa Carrió fue una de las revelaciones, sino la gran revelación de aquellas jornadas de debate y reacomodo de la carta magna nacional.
En la mañana de este viernes, en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral, que fuera uno de los principales escenarios de aquella reforma, se realizó un homenaje a 35 de los constitucionalistas de hace treinta años.
Una de ellas fue “Lilita” Carrió, quien en diálogo con la prensa, dejó algunas frases que seguramente resonarán durante varios días. ¿Habría que reformar algo de la Constitución hoy en día? La respuesta fue “mejor no tocarla porque Milei quiere aniquilar la igualdad de oportunidades”.
Luego, si esa convención con esos criterios se podrían dar en el presente, la diputada mandato cumplido enfatizó que “hoy no es posible acuerdos. Antes había dos partidos muy importantes. Voté en contra. Fui la única que venía por el radicalismo y voté en contra del propio íntimo amigo de mi padre que era Alfonsín. Cuando terminé de hablar se vino un gran aplauso y cuando empecé a hablar no había nadie” y hoy no se podría porque “está muy atomizada la representación política y hay muchos gatos en el Parlamento (sic)”.
Acerca de la reforma jubilatoria, votada por el Senado y anunciada como vetada próximamente por el Ejecutivo Nacional, Carrió manifestó que “va a insistir el Parlamento, el 25% de la gran devaluación fue contra los jubilados, del 20% de los cuales se reconoció el 12, se pide el 8% que se les debe desde enero. Si él quiere dar batalla, para el 8 va a haber dos tercios”.
En cuanto a su presencia política, Lilita contó que “yo estoy y no estoy, si Dios quiere estoy. Yo vivo en mi chacra, o por qué creen que hubo quórum en el Congreso. No aguanto más el Parlamento por la presencia de gatos. Son gatos… animales… gatitos que andan por ahí. Muchos andaban por ahí por Olivos. Hay muchos gatos (sic)”.
Consultaron a Carrió sobre qué hubiera pasado si Cristina Fernández de Kirchner hubiera estado en este homenaje: “La hubiera saludado a Cristina. Yo era muy amiga de ella en aquel momento, la denuncié por corrupción pero no tengo ningún problema” y sobre la situación del entorno de Alberto Fernández, opinó que “a mí las novelas turcas no me interesan. Me interesan los dos tercios de niños pobres, el sector productivo, estamos para defender a las clases medias, a los jubilados, este es nuestro rol. Votamos lo correcto, lo que no es correcto, no. Los trolls ni los veo, antes los trolls eran Aníbal Fernández, que me decía gorda, loca. Ahora son divinos al lado de ese. Feliz de estar en este lugar que es el mejor recuerdo donde no había grietas, había una gran amistad” y por último reconoció que “para mí este lugar es reconfortante, yo entré en la política acá, por esta fama fui diputada, candidata a presidenta, y ahora soy una vieja espléndida”.
