La irrupción de las aplicaciones que ofrecen viajes en moto —conocidas como motoapps— está generando preocupación en especialistas del transporte y movilidad urbana, quienes advierten sobre sus consecuencias económicas, sociales y de seguridad. Un informe del Grupo Científico de Estudios de Transporte, Accidentología y Movilidad (CETRAM) de la UTN Santa Fe, elaborado por los ingenieros Fernando J. Imaz y Juan F. Jaurena, alerta sobre el avance de esta modalidad en ciudades como Santa Fe y Paraná.
Según los expertos, si bien las plataformas digitales aportan innovación y flexibilidad, deben estar sujetas a las mismas reglas tributarias, técnicas y de seguridad que el transporte regulado. De lo contrario, el sistema corre el riesgo de sufrir un deterioro que afecte tanto a los usuarios como a los trabajadores del sector.
Uno de los puntos más delicados es la seguridad vial. Las motoapps operan sin cobertura legal de seguros específicos para transporte oneroso, lo que deja a los pasajeros desprotegidos ante accidentes. La situación se agrava al considerar que, de las más de 3.800 muertes en siniestros viales ocurridas en Argentina durante 2024, el 46% involucró a motos. Para Imaz y Jaurena, esto convierte al auge de estas aplicaciones en “un problema severo para la salud pública”.
A nivel económico, los concesionarios tradicionales denuncian una caída de pasajeros en colectivos y taxis, atribuida al desvío hacia las motos. En Santa Fe, la empresa Autobuses reportó una merma del 5% en la cantidad de usuarios transportados, y en el norte del país la reducción llegaría al 30%. Esto afecta directamente la sustentabilidad del sistema de transporte regulado, ya golpeado por la quita de subsidios y la fragmentación tarifaria.
Los especialistas también advierten que las motoapps se sostienen con tarifas artificialmente bajas, práctica de dumping que erosiona a los operadores formales, precariza a los conductores de plataformas y amenaza la continuidad del transporte público.
Finalmente, remarcan que, mientras municipios como Santa Fe y Paraná avanzaron con marcos regulatorios para los autos en apps, el problema de las motos permanece casi sin control ni respuesta estatal. La paradoja, señalan, es que el Estado actúa con firmeza para bloquear sitios ilegales de apuestas, pero no con la misma contundencia frente a un fenómeno que compromete la movilidad urbana, la seguridad y los derechos laborales.
