Con una ceremonia más que emotiva que arrancó en Plaza Urquiza y continúo en la Costanera se llevaron adelante entre el viernes y el domingo las Décimas Olimpíadas de la Mujer organizadas por el Club Regatas Coronda.
Unas 90 chicas de diferentes edades compitieron los tres días diferenciadas por colores en dos equipos pero unidas por la misma pasión: el deporte.
La emoción estuvo centrada l viernes en la participación de Analía Pernuzzi, quién viene superando con «corazón de deportistas» un tremendo accidente sufrido años atrás y en esta ocasión fue la encargada de hacer el traspaso y el encendido de la llama olímpica.
La profesora Marta Figueroa, tomó el micrófono tras la ceremonia en Costanera y no dudó en catalogar a esta edición como «Las Olimpíadas de la Vida» porque también se hizo referencia a una pequeña que superó una dura enfermedad y pudo compartir este momento junto a todas las chicas y su familia.
Los dos equipos se congregaron cerca de las 19 en la Plaza y le pusieron un gran colorido al arranque de la organización. Junto a Analía Pernuzzi recorrieron a pie los 100 metros que las separaban de la Costanera y allí encendieron el «pebetero» para luego posar en una foto grupal.
Más tarde todo siguió en el Club Regatas donde se organizó la única actividad en un gimnasio cerrado ya que el resto se dio sábado y domingo en el Playón de Deportes del Carancho Triste con diferentes disciplinas.