Esta martes alrededor de las 19 una pareja llegó a su domicilio, ubicado en Iriondo al 2500 de la ciudad de Santo Tomé, y al ingresar a la vivienda se dieron cuenta que habían sido víctimas de un robo.
Pudieron constatar el desorden en las dos habitaciones y del cajón de un escritorio faltaban 10.000 dólares.
La pareja denunció el hecho y declaró que en el domicilio se encontraban trabajando un albañil y un peón, que fue el último en retirarse del lugar. No había puertas ni ventanas forzadas.
Se hicieron las requisas correspondientes y se dio aviso al fiscal de turno, quien dispuso se requise la vivienda de los involucrados.