El acto central por el 43° aniversario de la guerra de las Islas Malvinas, se concretó en el Centro de Ex Combatientes de la ciudad de Santa Fe. Allí con la presencia de autoridades, continuó lo que había comenzado anoche con la vigilia musical. Al respecto, los VGM Carlos Benítez, Edgardo Giorgi y Luis Borgonovo hicieron referencia a sus vivencias en el conflicto del Atlántico Sur.
“Damos gracias a la gente que se convocó anoche y hoy para conmemorar a los que quedaron en las Islas y el ARA Belgrano” expresó Benítez, que luego agregó que “la causa es que la juventud nacionalice, que se tenga esa impronta a la bandera, al himno, a todo lo argentino. A 3000 kms. están los ingleses pero hay que evitar guerra y que sea entre las dos naciones y que nos las devuelvan”.
De todos modos reflexionó en que “es muy difícil que suceda. La OEA nos apoya pero los ingleses no quieren. Invirtieron mucha plata. Hay 3000 ingleses en Malvinas viviendo actualmente”.
Giorgi indicó que “vamos a partir de una base, la guerra es un error y un horror, queda la vía diplomática, hay que tirar toda la artillería, valga la paradoja, pero el tema es el mundo, el contexto y dentro de él, viene la política, la agenda de la política argentina. Soy un convencido, hace 41 años volvió la democracia todos decían que la gesta de Malvinas, fue el último bastión de la dictadura” entonces “fuimos en retroceso, para volver a democratizar un país como corresponde. Se fueron diluyendo los distintos momentos en la política argentina. Estamos en Sudamérica donde la lucha contra el poder histórico del mundo siempre existió pero hay que insertar al país en el mundo”.
Finalmente dijo que “no se olviden que cuando el Papa Juan Pablo II en su recorrido, fue a Inglaterra y a Argentina, pidió terminar con esto, Margaret Thatcher le dijo Usted en el Vaticano y yo en el Reino Unido”.
Borgonovo, sobreviviente del ARA General Belgrano, donde murieron 323 de los 649 argentinos caídos en combate, manifestó que “ver la maqueta me permitió indicar en qué lugar en ese barco estaba, dónde estaba mi balsa, dónde me tiré al agua. Ella, mi hija, se quedó helada. Ahí está el recuerdo de todos los que quedaron. Y el honor a todos ellos que no salieron de allí. Yo tenía 20 años”.
Luego sobre lo vivido post guerra, sostuvo que “a la gente le costó reconocernos. Pero cuando se canta el Himno, la Aurora y estuvimos arriba del escenario, que la gente esté en silencio y cante el Himno, nos dio orgullo. Le estamos llegando muy bien a la gente. Nos cree. Somos de carne y hueso” y finalmente indicó que “cuando éramos jóvenes y volvíamos, éramos los chicos de la guerra, pero ya éramos adultos y nos dejaron de lado. Nos hicimos hombres en la guerra”.