Un informe del banco de inversión consideró que el arreglo podría demorarse hasta el segundo trimestre del 2022, pero ve un escenario catastrófico si se extiende más allá de este plazo
Morgan Stanley planteó un escenario negro si la Argentina decide no arreglar con el FMI y cae en un extenso default con el organismo. Según un extenso informe publicado en las últimas horas, el impacto sobre los activos locales sería gigantesco, a tal punto que ve un deterioro incluso peor al de las PASO 2019, cuando la victoria en primarias de Alberto Fernández precipitó una caída récord en las acciones locales del 50% en dólares en un solo día.
Para este banco de inversión, si el Gobierno decidiera permanecer en default con el Fondo, las acciones podrían sufrir una caída adicional de 70% en dólares, aún teniendo en cuenta los bajísimos precios actuales. Además, los bonos también sufrirían duras caídas, pasando de los actuales niveles en torno a USD 35 a valores más cercanos a los USD 20.
Si el Gobierno decidiera permanecer en default con el Fondo, las acciones podrían sufrir una caída adicional de 70% en dólares, aún teniendo en cuenta los bajísimos precios actuales
La entidad, que es una de las principales de Wall Street, dedicó un informe de 25 páginas para analizar dónde está parada la Argentina y qué escenarios se abren para 2022. Allí plantea que aumentaron las chances de un alargamiento de plazos para el acuerdo con el Fondo luego de la última presentación de Martín Guzmán. Pero al mismo tiempo considera que el incumplimiento con el organismo no duraría demasiado ante los problemas de todo tipo que ocasionaría, empezando por el frente cambiario.
El 22 de marzo es la “fecha límite” para arreglar con el Fondo sin caer en un incumplimiento, ya que ese día vencen USD 2.800 millones y no hay reservas disponibles para afrontarlo.
Sin embargo, el informe indicó que esta situación no podría prolongarse demasiado. Por eso, plantea un “escenario base” algo más benigno, en el que las acciones podrían mejorar un 50%. “Las acciones podrían empezar a beneficiarse del ajuste macro gradual”, indican.
El tercer escenario es el “optimista” y por el momento menos probable. En este caso, las acciones podrían subir nada menos que un 230%, más parecido a lo que sucedió a partir de fines de 2013, cuando la derrota legislativa del kirchnerismo derivó en la victoria de Macri dos años después. En este caso, se plantea una normalización tarifaria y fuerte recuperación de la actividad que beneficiaría especialmente al sector financiero.
Por el momento, la entidad no recomienda entrar en activos argentinos y asegura que “no hay motivos para apurarse”, considerando la fuerte incertidumbre. Tampoco hay papeles locales en el portafolio latinoamericano sugerido. El “catalizador” de un aumento más sostenido en los activos locales recién llegaría en 2023, si realmente se percibe un nuevo cambio de ciclo político.
En cambio, sí considera que hay buenas oportunidades en el mercado de bonos, aún teniendo en cuenta que existe una chance importante de renegociación en el futuro por la falta de acceso a los mercados. El bono preferido de Morgan Stanley para 2022 es el 2041, por encima de otros títulos surgidos del canje como el 2038 y el 2046.
Por otro lado, el trabajo también hace foco en la escasez de dólares. Según Morgan Stanley, el Central ya tendría reservas líquidas negativas por USD 700 millones, pero la situación tenderá a agravarse en los próximos meses.
La entidad no recomienda entrar en activos argentinos y asegura que “no hay motivos para apurarse”, considerando la fuerte incertidumbre
Puntualmente el foco está puesto en los próximos vencimientos con el FMI. “El pago de enero se hará con los Derechos Especiales de Giro que el Gobierno recibió en septiembre del año pasado. Pero en febrero ya no quedan más DEG, por lo que el Central deberá definir si usa parte de las reservas que le quedan para cumplir con esa cancelación de USD 380 millones”.
En línea con los cálculos de consultas y economistas locales, Morgan Stanley también estimó que la inflación llegará a 57% en 2022, es decir un escalón por encima de la registrada en 2021.
Fuente: INFOBAE