Un grupo de investigación vinculado a la Facultad de Ingeniería Química de la UNL lleva adelante un proyecto de elaboración de diversos alimentos nutritivos realizados a base de descartes agroindustriales como zanahoria, papa y batata, que consisten en tres productos: un batido frutal, un yogur y una papilla. Los investigadores trabajan en conjunto con una empresa de Santa Rosa de Calchines.
Juan Carlos Yori, miembro del Grupo de Valorización de Productos y Descartes Agroindustriales, explicó a Veo Noticias: "Es un proyecto que se empezó a gestar en la Universidad desde hace ya varios años y consistía en darle un valor a todo lo que son los descartes de zanahoria, que se generan como consecuencia del proceso de clasificación. Es decir, es zanahoria que no llega al mercado consumidor de frescos y tiene un destino final que es fundamentalmente tirarlo a campo, que es algo muy común cuando nos acercamos a la zona costera".
El grupo de investigadores concibe a ese descarte como un problema porque se destina a consumo animal, y los mismos solamente consumen una parte y termina pudriéndose, de forma tal que termina deteriorando el suelo.
"La solución que desarrolló la universidad y que significó la instalación de la planta de la empresa Val-Mar, se obtienen distintos productos de esa valorización, uno es de la fibra de zanahoria. Lo que quisimos es seguir dándole valor a ese proceso que habíamos iniciado hacía tiempo", sostuvo Yori.
"Se le da valor usándolo como un suplemento que tiende a compensar lo que la persona necesita de fibra en su alimentación diaria y no la toma de lo que debería tomarlo, por no tener una alimentación equilibrada", añadió.
Básicamente, el proyecto consiste en la elaboración de tres productos: un batido frutal, en el que se toman distintos componentes de frutas y hortalizas que se fortifica con el agregado de fibra; un yogur también fortificado con fibra; y el tercer producto es una papilla que va suplementada con texturizado de una proteína de origen vegetal.
"Nosotros en nuestro país estamos produciendo lo que es el poroto de soja mediante lo que sería la extracción del aceite y obtener una harina desgrasada. Lo que nosotros hicimos fue desarrollar un proceso que lo que permite es concentrar la proteína a partir de ese producto que el país está exportando para generar proteína del tipo animal", afirmó.
Por su parte, Esteban Sánchez, miembro del grupo de investigación, expresó sobre el proyecto: "Es trabajar con descarte proveniente de la agroindustria, tanto de la industria cervecera como así también de los descartes de zanahoria, papa y batata, todos los subproductos regionales".
Según Sánchez, la agroindustria necesita soluciones para poder reutilizar eso que termina siendo un descarte, que tiene problemas para la empresa que debe pagar los costos de transporte hacia el descarte final, además de problemas económicos y ambientales.
"Lo que nosotros queremos es venir a cubrir lo que falta en la comunidad científica, que además de desarrollar la parte de laboratorio, es ir a desarrollar y hacer las investigaciones para llegar a la escala industrial. El objetivo del grupo es que se llegue con una idea y que el grupo avance y desarrolle y salga la tecnología para ser llevada a cabo en una industria", señaló Débora Manuale, integrante del equipo, sobre la importancia del proyecto.