Tal como fue anticipado en VEO Noticias en exclusiva después de las 16 de este lunes, fue hallado en la zona rural y debajo de una arboleda en la zona rural de Progreso en el departamento Las Colonias, el cadáver del subcomisario Cristian Abrigo, de 38 años, quien faltaba de su hogar en el barrio La Esmeralda desde el viernes 28 de febrero al mediodía. El policía en actividad detenido, F. C., quien está con licencia médica y que prestaba servicios en la Guardia Rural Los Pumas, estuvo en la tarde de ayer junto a la fiscal de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación María Laura Urquiza y su equipo judicial, y en compañía de su abogado, fue quien en definitiva se quebró y confesó cuál era el lugar en el que estaba enterrado el cadáver de Abrigo. También estuvieron presentes autoridades policiales del área Científica de la Policía de Investigaciones PDI y de la Dirección de Investigaciones Complejas DICE, de la Unidad Regional XI Las Colonias, de la Comisaría 5° de Progreso y bomberos zapadores policiales y testigos de la zona que presenciaron el trabajo policial y judicial.
Hallazgo
En las primeras horas de la tarde de ayer y porque así lo ordenó la fiscal de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación, María Laura Urquiza, que nuevamente se constituyó junto a su equipo judicial y las altas autoridades policiales de la Policía de Investigaciones PDI y de la Unidad Regional XI Las Colonias, todos de la Policía de Santa Fe, y uno de los dos aprehendidos que es un policía en actividad con licencia médica que prestó servicios en la Guardia Rural Los Pumas, en un campo ubicado en la zona rural de la localidad de Progreso, donde el agente policial F. C. -uno de los aprehendidos por el caso- en presencia de su abogado defensor marcó con precisión quirúrgica el lugar donde estaba enterrado el cadáver del subcomisario Cristian Abrigo, debajo de una arboleda muy frondosa en cercanía de un alambrado divisorio de potreros, con un montículo y muchas ramas secas a su alrededor.
El policía marcó el lugar de la fosa
Luego del testimonio del policía F. C. y por orden de la Fiscal Urquiza, los bomberos comenzaron con el trabajo de excavación hasta lograr desenterrar el cadáver, el que es minuciosamente manipulado a los efectos de no modificar ningún elemento importante, más allá del avanzado estado de putrefacción, aunque una revisión profunda permitió establecer parámetros antropomórficos tales como la complexión física, que es información vital para determinar que realmente se trataba del cadáver del subcomisario Abrigo, y todos los indicios sin excepción convalidaron que se trataba de él, y fueron hallados restos de tatuajes visibles que poseyó la víctima en vida: en una de sus pantorrillas y en la nuca. Además, y como medida complementaria, ordenada por la fiscal MPA Urquiza, se hizo un profundo despliegue policial hacia una tapera donde se halló un gran desorden de herramientas en el interior, siendo de interés una pala con suciedad y un par de ojotas negras, una sobre una mesa de luz y otra en el piso.
Elementos probatorios incriminantes
En la fosa en la que fue hallado el cadáver del subcomisario Cristian Abrigo fueron secuestrados restos de tierra, también la pala con barro pegado y el par de ojotas negras mencionado, porque cuando Abrigo se fue de su casa en el barrio La Esmeralda después del mediodía del viernes 28 de febrero llevaba puesta una remera rosada, un short negro y un par de ojotas negras, conforme a la descripción que aportaron sus familiares cuando horas después realizaron la denuncia con el pedido de paradero.
Necropsia
Por orden de la fiscal, cuando concluyeron todos los peritajes criminalísticos de rigor que fueron realizados por los agentes del área Científica de la Policía de Investigaciones PDI, tanto en fosa donde se halló el cadáver y en la tapera donde presumiblemente -aún en el terreno hipotético- asesinaron a Abrigo y se convirtiera en la escena del crimen, la orden fue remover y trasladar el cadáver en la morguera hasta la morgue judicial para que los médicos forenses determinen la forma en la que murió Abrigo, siendo que actualmente todos los indicios indican en una misma dirección que fue asesinado de una manera bestial.
Escandaloso y mafioso
Que un policía en actividad y con carpeta médica actualmente, que se encuentra detenido junto a otro cómplice, siendo que éste último es civil, y que haya confesado el crimen de un oficial jefe como es la jerarquía de subcomisario dentro de la carrera policial, concluye con el aspecto investigativo de la muerte casi segura violenta y atroz. Ese es por ahora el aspecto fáctico, de hecho, dilucidado por la fiscal MPA Urquiza, su equipo de trabajo judicial y los pesquisas de la Policía de Investigaciones PDI, que la acompañaron, y cuyo hallazgo demuestra la efectividad de todos los que trabajaron para encontrar a Cristian Abrigo, vivo o muerto. Ese trabajo está cumplido.
Un subcomisario y un comisario principal asesinados
Pero hay un capítulo que emerge y tendrá su corolario en los próximos días, jueves o viernes, cuando se lleve adelante la audiencia imputativa respecto de los dos aprehendidos, tanto F. C. el policía de la Guardia Rural Los Pumas, y el civil, ambos detenidos. En el marco de la investigación, sus teléfonos celulares fueron secuestrados y contienen información precisa de llamados de personas que habrían confiado dinero propio, tanto a Abrigo como a los dos aprehendidos, para que éstos los hicieron evolucionar financieramente, ligados a negocios de compra y venta de autos usados y cambio de moneda extranjera "non sanctos".
Probable relación criminal
Institucionalmente, los policías de la provincia de Santa Fe, siguen con atención este caso, porque fue asesinado un subcomisario, y porque todavía sigue impune el crimen de otro policía, el comisario principal retirado Tito del Jesús Suárez, de 72 años, hallado dentro de su casa y al que mataron a puñaladas. Y un interrogante sigue flotando en esta espesura: ambos crímenes tienen relación entre sí. Vale recordar que Suárez fue asesinado entre la noche del jueves 27 de febrero y fue hallado por su hijo. Al otro día, al mediodía, viernes 28, Abrigo se fue de su casa con una remera, un short y ojotas, -evidentemente pensar regresar en un par de horas a su casa- y lo hallaron muerto y enterrado en una fosa a 75 kilómetros en la localidad de Progreso.
