Una policía con 18 años de servicio en la fuerza, le salvó la vida a una beba y vecina de un año y 4 meses de edad, este sábado en Santo Tomé, en calle Hugo Wats al 1900.
El hecho ocurrió por la tarde y según explicó la heroína de este hecho, María Laura Malagueño, “fui al cumpleaños no hace mucho, es mi vecina de enfrente, el sábado cuando mi hija llegó de patín, le dije que la iba a bañar, se venía el festival en Unión, y empecé a sentir golpes fuertes, cuando miro por la ventanita, era un caos, desconocía qué había pasado” y agregó que “corrí, y cuando cruzo, venía Beatriz, la abuela, con la bebé en brazos, Daiana, su mamá, corriendo hacia su auto y cuando me la entrega, estaba desvanecida, había caído en una pileta, estaba cn mucha agua, y boca abajo”.
Malagueño explicó que entonces “a mi memoria vinieron los cursos en la Unidad Especial Casa de Gobierno donde el 107 fue dos veces, hicimos reanimación en los muñequitos pero me tocó con un bebé de un año y medio. Le hice reanimación, volvió, seguía cayendo, se me iba, corro hacia Daiana, ya respiraba, fuimos al hospital, me tiraron la llave de mi auto, salimos y nos fuimos al Samco porque al hospital de Niños no llegábamos”.
La policía siguió contando, en este caso que “estábamos a diez cuadras. Cuando llegamos había un inspector, le pegué el grito. Había tres enfermeras, tengo una bebé desvanecida, ahogada, la tomaron, y fue muy rápido lo de ellos, cuando la sentí llorar me sentí aliviada, conmigo no abría los ojos, y no reaccionaba” y “me vine hasta el domicilio, cuando vuelvo al Samco, veo a la ambulancia del 107 donde la llevaron de urgencia, le hicieron estudios, durmió 5 horas, y cuando le hicieron la tomografía pegó el llanto, todos los estudios dieron bien, sólo se le generó un pequeño edema, por cuando estuvo debajo del agua” y al final manifestó, ya aliviada, que “ya comía primero por suero y luego empezó a tolerar la comida. Eso es lo importante, que no hay secuelas, en unos días seguro que la vuelvo a ver correteando enfrente de mi casa”.