La Asamblea General Ordinaria de Unión dejó algo más que la aprobación de la Memoria y el Balance del ejercicio 119. El encuentro, que se desarrolló con intensidad y cruces discursivos, reflejó el clima político que atraviesa la institución y derivó en un mensaje claro del presidente Luis Spahn, quien llamó a sostener la gobernabilidad del club en un contexto económico adverso.
Luego de que los socios aprobaran los números del último ejercicio por una diferencia amplia, el mandatario rojiblanco destacó el resultado como una señal de respaldo a la conducción. “La asamblea fue clara: hubo una aprobación por una diferencia importante. Eso demuestra que el socio entendió el camino que se tomó”, sostuvo, al tiempo que reconoció la participación activa de los sectores opositores.
Durante el debate, Spahn consideró lógico que existan posturas encontradas en un ámbito asambleario, aunque remarcó que en algunos casos la discusión se trasladó al plano político más que al análisis técnico del balance. “Quienes forman parte de un espacio político fijan una postura, pero convencen principalmente a los propios. Los socios que vinieron ya tenían decidido su voto”, afirmó.
Sin dramatizar los cruces, el presidente puso el acento en la necesidad de preservar el orden institucional. “Todos pueden expresarse, pero en su debido tiempo y con respeto. Eso es clave para que la asamblea cumpla su función”, señaló, en referencia a algunos momentos de tensión que se vivieron durante la jornada.
Al repasar las decisiones adoptadas durante el ejercicio 119, Spahn defendió la política deportiva y económica de la comisión directiva, al asegurar que respondió a una demanda concreta del socio. “El socio quería que el club se anime, que se endeude para competir. Eso hicimos: invertir y reforzar el plantel”, explicó, aunque admitió que los resultados deportivos no acompañaron. “Lamentablemente, los resultados no se dieron y eso condiciona todo lo que viene después”, agregó.
En ese marco, reconoció que el contraste entre una clasificación internacional previa y una campaña posterior negativa impactó de lleno en el clima interno del club, tanto en lo social como en lo político.
Otro de los ejes del discurso fue el diagnóstico sobre la realidad del fútbol argentino. Spahn advirtió que el mercado de pases se encuentra prácticamente paralizado y que el contexto general es crítico. “Nadie quiere comprar y los préstamos son muy difíciles. Hay clubes con deudas de 30, 40 o 60 millones de dólares. Unión está muy lejos de esos números, y eso también hay que decirlo”, remarcó.
De cara al futuro inmediato, anticipó un escenario de cautela y coordinación entre la dirigencia y el área deportiva, y confirmó que Santiago Zurbriggen asumirá como nuevo director deportivo del club.
Finalmente, Spahn descartó que las críticas recibidas durante la asamblea pongan en duda su continuidad al frente de la institución. “Hoy mi responsabilidad es gobernar Unión de la mejor manera posible. Después se verá”, expresó. En el cierre, agradeció la participación de los socios y volvió a destacar el valor institucional del encuentro: “Se aprobó el balance, que era el objetivo. Eso nos permite seguir trabajando con previsibilidad en un contexto muy difícil”.


