Por más buen técnico que pueda ser el entrenador, si los jugadores no responden, es imposible. Lo mal que defendió Unión hizo que sufriera una derrota con un rival directo por la permanencia. Y lo mal que atacó, también, hasta casi el final, pero fue tarde.
Precisamente, como si fuera poco, el equipo genera jugadas, llega, patea al arco pero la ineficacia y la falta de tranquilidad en la mayoría de los casos, no devuelven réditos, sumado a que los arqueros rivales terminan siendo figuras. Si González se va, en este tramo al menos de la historia rojiblanca, será en un alto porcentaje culpa de los jugadores.
En los dos últimos partidos Unión podría haber metido cuatro goles por cotejo, pero apenas hizo uno en 180 minutos y fracción.
Del otro lado, un equipo que hace dos semanas era goleado por todos, ahora lleva dos victorias consecutivas y además pasó de fase en Copa Argentina, como es Aldosivi, que igualmente sigue estando en el fondo de las posiciones.
El primer gol llegó a los 18 minutos del primer tiempo, luego de arrancar bien y de comenzar con una buena faena ofensiva, Elías David Torres metió el gol inicial para los locales, y de ahí en adelante fue todo marplatense. En la segunda mitad, cuando Unión iba e iba, un error de manual, pelota tirada hacia adentro por Gamba, generó que Leiva fuera una verdadera joya en la delantera del Tiburón y con velocidad y precisión, derrotó la valla tatengue poniendo un 2 a 0 mentiroso pero cruel para los intereses santafesinos.
Cuando faltaba poco para el tiempo cumplido, Gamba tuvo una jugada muy lucida y con un movimiento de crack, definió suave, de derecha y puso el 1-2 que pese a tener dos chances más, no pudo revertir.
Con este resultado, Aldosivi alcanzó a Unión, los dos más Ñuls y Banfield están últimos en la zona A con 8 puntos, no tiene problemas aún con el promedio pero en la general –donde hay otro descenso- está dos arriba solamente de San Martín de San Juan.
Lo que viene: el domingo 6 recibirá a Central Córdoba y esa semana comenzará la Copa Sudamericana. Un desafío de doble filo porque cuidar una cosa le puede generar descuidar la otra.
