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Variante Delta atenta contra el objetivo de llegar a la inmunidad de rebaño

El final de la pandemia cada vez más lejos

25 de agosto de 2021


Variante Delta: ¿por qué la inmunidad de rebaño es cada  vez más difícil de alcanzar?

Tras la aparición de las primeras vacunas a fines de 2020, los gobiernos esperaron haber dejado lo peor de la pandemia atrás. Sin embargo, incluso antes del surgimiento de la contagiosa variante Delta, la posibilidad de llegar a la inmunidad de rebaño -con entre un 60% y 70% de la población vacunada como se creía en un principio- parecía cada vez más lejana, en parte debido al acceso desigual a las vacunas en el mundo.

Básicamente, la inmunidad de rebaño se consigue cuando un determinado porcentaje de la población -en el caso del sarampión, por ejemplo, es 95%- se vuelve inmune contra una enfermedad, ya sea a través de la vacunación o de la infección, bloqueando la circulación y aportando una protección indirecta a aquellas que no lo son.

El surgimiento de la variante Delta, tras el masivo brote de coronavirus en India, empujó todavía más arriba el umbral. La Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos -que ya tiene al 51% de la población totalmente inmunizada- ya subió la vara a entre 80% y 90%.

Israel, uno de los países más avanzados en términos de vacunación, ya tenía al 55% de la población vacunado con ambas dosis de Pfizer-BioNTech y al 60% con una, cuando los contagios diarios empezaron a aumentar. A comienzos de julio, el país tenía alrededor de 200 nuevos contagios en promedio, un mes y medio después el número subió a más de 6500.

"En mi opinión, el enfoque en la 'inmunidad de rebaño' ha sido bastante dañino", le dijo a Bloomberg William Hanage, epidemiólogo de Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard. "Presenta a las personas una visión poco realista de cómo la pandemia llega a su fin y no explica la evolución del virus ni la naturaleza de la enfermedad en las reinfecciones", agregó.

En la misma línea, Andrew Pollard, asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y director del Grupo de Vacunas de la Universidad de Oxford, que intervino en el desarrollo de la vacuna de AstraZeneca, dijo hace unas semanas: "Con esta variante actual estamos en una situación donde la inmunidad de rebaño no es una posibilidad porque todavía afecta a individuos vacunados".

Un reciente estudio de vida real elaborado por la Universidad de Oxford y la Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido que analizó más de 3.000.0000 de hisopados concluyó que, aunque las vacunas de Pfizer (ARNm) y AstraZeneca (adenovirus modificado) seguían siendo efectivas contra el virus, la protección que ofrecían contra la variante Delta era menor respecto a otras como la variante Alfa (surgida en el Reino Unido) y que tendía a disminuir en los tres meses posterior a la segunda dosis.

De hecho, aunque la vacuna de Pfizer generaba al principio una mayor respuesta inmune que la de AstraZeneca (92% a 69% 14 días después de la segunda aplicación), esta se reducía con más velocidad (78% y 61% a los 90 días) y se estimó que entre cuatro y cinco meses después de completada la vacunación, ambas tenderían a converger en un nivel similar de efectividad.

También concluyeron que las personas que se infectaban con Delta, a pesar de tener las dos dosis de la vacuna, tenían un nivel similar de carga viral que el de los no vacunados; a diferencia de lo que pasaba con la variante Alfa, donde la carga viral en vacunados era menor.

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"Cualquiera que piense que si se infecta habiendo sido vacunado, no puede contagiar -probablemente eso no sea cierto", le dijo Sarah Walker, una de las autoras del estudio, a la revista Nature.

Pero incluso la última ola de pandemia llevó a muchos países a reforzar su campaña de inmunización, con vacunas para menores de 18 años y dosis de refuerzo. La OMS ha protestado este tipo de iniciativas porque generan más desigualdades en el acceso a la vacuna. Mientras sigan existiendo grandes parte de la población sin vacunar, seguirá el riesgo de que evolucionen nuevas variantes.

"Lo que está pasando con el desarrollo de variantes, es que el porcentaje [necesario para la inmunidad de rebaño] va a seguir subiendo hasta el punto en que estos virus -Delta lo hace un poco- aprenden a evadir esa inmunidad. Así que ahora incluso con tasas de inmunización del 95% no va a ser suficiente", le explicó Greg Poland director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo a Bloomberg.

"[La variante] Delta no es algo que vayamos a poder erradicar (...). Sin embargo, con una inmunidad suficiente, idealmente conseguida mediante la vacunación, podemos esperar que se convierta en una enfermedad mucho más leve", concluyó Hanage.

Fuente: Cronista.com