Una investigación conjunta entre la Fiscalía General del Ministerio Público de la Acusación (MPA) y el Registro Nacional de Armas (RENAR) derivó en una serie de allanamientos que buscan desarticular una red de circulación ilegal de armas de fuego en el centro-norte de la provincia de Santa Fe.
En las últimas horas se conoció el resultado de los 17 procedimientos realizados por la Policía Federal Argentina (PFA) en las ciudades de Esperanza, Recreo y Santa Fe capital. Fueron aprehendidas 12 personas vinculadas a la investigación, la cual se centró en la tenencia y venta de armamento de alto calibre, considerado de guerra.
El Análisis Criminal que Desencadenó la Causa
La investigación penal surgió del análisis de distintos casos donde armas registradas y que deberían estar bajo la custodia de sus propietarios, fueron secuestradas en procedimientos policiales a terceras personas en el marco de distintos delitos.
Ante la repetición de estos hechos, y considerando que las armas de fuego son bienes registrables, la Fiscalía General del MPA ordenó una pesquisa. Para el esclarecimiento se convocó al Equipo de Trabajo de Abordaje Estratégico (ETAE) y a oficiales de la Policía Federal Argentina.
Focos de la Investigación sobre Armas de Guerra
El período de análisis se concentró en las solicitudes de tenencias de armas entre los años 2016 y 2025. Mediante el cruce de datos con el RENAR y la Subsecretaría de Intervención Federal (SIF) del Ministerio de Seguridad de la Nación, se identificó a cada uno de los tenedores con su domicilio.
Uno de los principales puntos de sospecha se relaciona con la dudosa capacidad económica de muchas de las personas que accedieron a la compra de estas armas, la mayoría de fabricación extranjera y de alto costo.
Corroboración en Allanamientos en Santa Fe, Esperanza y Recreo
Los 17 allanamientos ejecutados en las tres ciudades arrojaron resultados clave para la causa. De un universo de 150 armas, se constató que 11 no se encontraron en los domicilios de sus supuestos tenedores.
La hipótesis de los investigadores policiales y judiciales es que estas armas faltantes fueron introducidas en el circuito ilegal. Esta conjetura se ve reforzada por el hecho de que varias de ellas ya fueron secuestradas en poder de otras personas durante procedimientos policiales por delitos consumados.
Las armas son en su mayoría calibre 9 milímetros, .40 y .380, todas ellas catalogadas como armas de guerra por su potencial letal.
