La Confederación General del Trabajo (CGT) definió este miércoles su nueva conducción en un congreso marcado por la tensión interna y el debate de fondo sobre la reforma laboral. La central obrera mantendrá el formato de triunvirato, que será ocupado por Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Sola (Seguro) y Cristian Jerónimo (Empleados del Vidrio).
Los nuevos líderes tendrán mandato hasta el año 2029. Su principal desafío será encabezar las negociaciones con el Gobierno nacional sobre la inminente reforma laboral.
Ruptura clave: la UTA abandona la CGT
El hecho más resonante de la jornada fue la decisión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que nuclea a los choferes de colectivos, de abandonar la central obrera.
La medida se tomó luego de que el sector que responde a Luis Barrionuevo (Gastronómicos), y que incluía a la UTA, perdiera una votación clave. Este grupo buscaba eliminar el triunvirato para volver a un esquema de secretario general único, pero la moción fue derrotada por una “abrumadora mayoría”. Tras el resultado, el gremio de transporte confirmó su alejamiento.
El nuevo mapa sindical
El acuerdo que ungió al nuevo triunvirato contó con el respaldo de los sectores mayoritarios, incluyendo “los Gordos” (como Comercio y Sanidad) y el moyanismo. La “vieja guardia” sindical, con figuras como Héctor Daer y Hugo Moyano, piloteará la transición secundando a la nueva cúpula.
La salida de la UTA, un gremio con alto impacto en los servicios públicos de Santa Fe y la región, reconfigura el mapa de poder sindical y genera interrogantes sobre la unidad del movimiento obrero de cara a la negociación laboral.


