El libro Sleep Positions: The Night Language of the Body del experto Samuel Dunkell nos ha hecho interesarnos mucho por este tema. Hoy compartimos contigo lo que hemos aprendido y te contamos qué posición es la mejor para tu cuerpo.
1. POSICIÓN FETAL Y DE LADO
Esta postura de lado es bastante común y visualmente se parece a la posición de un embrión en el útero. Las rodillas tienden hacia el pecho, la cabeza se inclina hacia adelante y los brazos se suelen poner alrededor de la almohada. Esta posición de lado se les suele recomendar a las embarazadas y a la gente que ronca. La gente que tenga problemas de espalda y cuello, por otro lado, debería optar por una posición que ponga menos esfuerzo en la espalda, como dormir boca arriba.
2. POSICIÓN SEMIFETAL Y DE LADO
Dormir de lado en posición semifetal se considera la mejor postura para dormir. Alrededor del 60% de la gente duerme en esta posición, con el cuerpo y las piernas doblados ligeramente (en contraste con la posición totalmente fetal). ¿Sabías que hay diferencia si duermes sobre el lado izquierdo o el derecho? Si tienes problemas de acidez no deberías dormir en el lado derecho, ya que hará que el reflujo empeore. Duerme sobre el lado izquierdo, esto será mejor para el estómago y también para el corazón.
3. BOCA ABAJO
Con la cara torcida hacia un lado y los brazos estirados sobre la cabeza o alrededor de la almohada. Para alguna gente ésta es la posición más cómoda. Pero el hecho es que hay muy poca gente que duerma así. Desde el punto de vista médico, esta postura tiene sus pros y sus contras: es mejor para la digestión, pero no ayuda a la curva natural de la columna.
4. BOCA ARRIBA
Te tumbas boca arriba, mirando al techo y los brazos a ambos lados: esta posición también se conoce como “la real” o “la del soldado”. Según los expertos, dormir boca arriba es lo más saludable para la columna y el cuello (por supuesto, sólo si no te pones demasiadas almohadas). Pero un punto flaco de dormir boca arriba es que la gente tiende a roncar. Un dato interesante es que sólo los niños, los adictos al trabajo o los emprendedores son los que suelen dormir boca arriba.