En los últimos días, la discusión en torno al fuerte aumento de los precios de los alimentos es una temática que viene preocupando a los comedores solidarios de Santa Fe. Desde el año pasado han comenzado a reducir a la mitad los menús que contienen carne, reemplazándolo por pollo, y han limitado la compra de algunas verduras. Aunque reconocieron que la asistencia del Estado nacional ha sido notable durante el año pasado, no son suficientes los esfuerzos para poder contener a las personas en situación de vulnerabilidad.
"Hemos visto que durante el año pasado a causa de la pandemia hubo un incremento en la asistencia alimentaria del Gobierno. Fue muy provechoso lo que fue la Tarjeta Alimentar, pero los comedores sintieron mucho la inflación", dijo Sebastián Saldaña, Corriente Clasista y Combativa (CCC), en conversación con Veo Noticias.
Según relató Saldaña, de octubre a diciembre aumentó un 50% el valor de la carne, lo que obligó a los comedores a reformular los menús. "Eso que compramos cortes económicos y en lugares mayoristas. Hemos tenido que cambiar los menús que antes eran con carne y ahora pasarlos a pollo, o directamente usar más fideos o arroz", explicó.
En el caso de las verduras, el dirigente de la CCC indicó que obtienen "lo justo y necesario", y que debieron bajar algunas de las verduras que acompañaban los menús y "servían de condimento". Y en cuanto a las frutas, ya no forman parte de los menús de todas las semanas. "Si nos alcanza, se hace una sola vez al mes una entrega de frutas", expresó.
La CCC tiene 22 comedores y 25 copas de leche en los barrios Arenal, San Lorenzo, Santa Rosa de Lima, Villa del Parque (es el más grande y van vecinos de Barranquitas oeste, Barranquitas sur y Villa Oculta), La Lona (en Candioti Norte sobre la vía y Luciano Torrent), Guadalupe oeste, Coronel Dorrego, Pompeya, 29 de abril, La Ranita, Cabaña Leiva, Loyola, Colastiné (en Vía muerta), y en Villa Adelina de Santo Tomé. En los comedores se hacen 4.500 raciones por semana aproximadamente.
"Al municipio se le viene reclamando que todavía no han abonado lo de enero y estamos terminando el mes. Si bien han habido algunos refuerzos de Nación, no se está alcanzando a llegar a cubrir la demanda que generó toda esta situación de la pandemia", comentó Saldaña.
En los comedores solidarios han notado un incremento en la cantidad de viandas de semana a semana, debido a que cada vez asisten más personas por las consecuencias económicas de la pandemia. Inclusive los mismos vecinos que trabajan en los comedores llevan hasta la casa de ancianos que necesitan asistencia para evitar el contacto, siendo personas de riesgo.
"Nosotros antes de la pandemia teníamos mayor posibilidad de donaciones. Si bien la solidaridad de las personas, los comercios y los mismos vecinos es muy grande, tienen un techo. Estamos dependiendo del aporte del municipio o de la provincia, y que muchas veces eso no alcanza", concluyó.