El lunes ardió en la ciudad de Santa Fe. Desde las primeras horas de la mañana, bien temprano, y con unos 17°, el termómetro advertía que no iba a detener su marcha. Pasado el mediodía la térmica trepó a los 32º y en la siesta -esa tan típica de nuestra provincia- la temperatura superó los 37º, según la estación de Sauce Viejo del Servicio Meteorológico Nacional. La térmica, en tanto, se pasó de los 42º.
Como es habitual, el calor aumentó la demanda de energía eléctrica y durante la siesta se produjeron cortes de luz en varias zonas de la capital provincial y de Santa Tomé debido a que una estación transformadora quedó fuera de servicio, según informaron desde la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
Pasadas las 18, se cumplió el pronóstico de alerta que emitió el Servicio Meteorológico Nacional y una nube de agua, viento y granizo azotó la ciudad durante unos minutos generando algunos anegamientos, destrozos y caída de árboles.
En Bv. Gálvez al 1400 hubo semáforos fuera de funcionamiento y en Chacabuco al 1600, un árbol se cayó y aplastó un auto. Beatriz, vecina de la cuadra, manifestó su preocupación porque se trata de árboles muy grandes y con poca raíz. Afortunadamente no hubo personas lesionadas.
