Uno de cada dos embarazos no es deseado, según revela el informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Entre las causas se encuentran la pobreza, los bajos niveles de educación, la desigualdad entre hombres y mujeres y la exposición a la violencia o la coacción. Factores que "reducen la capacidad de las mujeres para elegir, para buscar y obtener anticonceptivos, para negociar el uso del preservativo con sus parejas".
Hay que tener en cuenta que casi 260 millones de mujeres que desean evitar un embarazo no utilizan métodos anticonceptivos modernos y seguros, como la píldora o el DIU; el miedo a los efectos secundarios, o el temor a ser estigmatizadas, o la oposición de familiares y amigos son algunos de los obstáculos, a veces en algunas zonas de difícil acceso a la anticoncepción.
Además, casi una cuarta parte de las mujeres dicen sentirse de rechazar las demandas de sexo, en los países donde hay datos al respecto. Todo esto refleja la presión que las sociedades ejercen sobre las mujeres y las niñas para que se conviertan en madres.
Este gran número de embarazos no planificados están teniendo un grave impacto en la incapacidad actual del planeta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en su fecha límite que es 2030. Además, se espera que la guerra en Ucrania, y otros conflictos crisis impulsen un aumento de los embarazos no deseados, ya que se interrumpe el acceso a la anticoncepción y aumenta la violencia sexual.
“En los días, semanas y meses posteriores al inicio de una crisis, los servicios de protección y salud sexual y reproductiva salvan vidas, protegen a mujeres y niñas de cualquier daño, y previenen embarazos no deseados. Son tan vitales como la comida, el agua y el refugio”, observó la directora ejecutiva del Fondo, Natalia Kanem.
Seis de cada diez embarazos no planificados acaban en aborto. En los países en vías de desarrollo, los abortos se realizan generalmente en condiciones precarias. En América Latina y África, tres cuartas partes de los abortos son inseguros; la consecuencia para la mujer es el riesgo de complicaciones a corto o largo plazo, a veces mortales.
El informe lanza un llamado a los mandatarios y a los encargados de los sistemas de salud de todo el mundo para que ayuden a prevenir embarazos no deseados al mejorar la accesibilidad, la aceptabilidad y las opciones anticonceptivas, al tiempo que insta políticos y líderes comunitarios a empoderar a las mujeres y las niñas para que tomen decisiones afirmativas sobre sexo, anticoncepción y maternidad. Esto podría permitirles contribuir plenamente a la sociedad, decidiendo por sí mismas si tener hijos o no.
Fuente: RFI
