El Ejército ucraniano continúa progresando en su avance hacia la localidad de Novoprokopivka, en el frente de Zaporizhzhia, al tiempo que expande hacia el este el arco de su ofensiva acercándose desde la liberada Robotyne a la ocupada Verbove, según informaron este viernes fuentes militares e independientes ucranianas.
“En la dirección Novodanilivka-Novoprokopivka (hacia el sur de Roboyine) han conseguido progresos, se han afianzado en los territorios recuperados e infligen daños con fuego de artillería a objetivos identificados del enemigo”, declaró este viernes el portavoz del Estado Mayor ucraniano, Andrí Kovalov.
Mientras tanto, el Centro para Estrategias de Defensa (CED) afirma en su boletín diario sobre la guerra que las tropas de Kiev han tomado un terreno elevado “clave” al noreste de Novoprokopivka.
Este think tank ucraniano habla, asimismo, de “avances” hacia el pueblo de Verbove (hacia el sureste este de Robotyne) que suponen “la expansión de la penetración” de las defensas rusas. Entre Robotyne y el próximo objetivo de la bifurcación hacia el este de la ofensiva ucraniana en esta parte del frente hay un arco ya, según el CED, de 9 kilómetros.
Además de estar atravesando “la primera línea” de la “principal” zona de contención rusa en dirección a Melitópol, la principal ciudad ocupada en Zaporizhzhia, la contraofensiva ucraniana también estaría experimentando progresos en la zona de la provincia oriental de Donetsk que linda con la sureña Zaporizhzhia.
Allí, las fuerzas de Kiev buscan empujar el enemigo hacia el sur en dirección al puerto ocupado de Berdyansk, donde Ucrania ha conseguido menos avances desde que empezara la contraofensiva a principios de junio.
Según el think tank ucraniano, el Ejército de Ucrania ha obligado a los rusos a retirarse de varios altos que controlaban en esa sección del frente, en la que la ofensiva ucraniana aborda el frente de manera menos localizada y se distribuye a lo largo de la línea defensiva rusa para obligar al enemigo a dispersar sus efectivos para protegerla.
El alcalde de Kiev planea construir fortificaciones en la ciudad
La capital ucraniana quiere construir más fortificaciones, ya que persiste el riesgo de un ataque ruso, informaron el jueves las autoridades de Kiev.
El ejército ruso intentó tomar la capital en la primera fase de su invasión a gran escala lanzada en febrero de 2022, pero se retiró tras enfrentarse a una feroz resistencia ucraniana.
El alcalde Vitali Klitschko dijo que Kiev destinará 800 millones de grivnas (21,74 millones de dólares) para construir fortificaciones y para otras necesidades militares urgentes.
“Kiev es y será el objetivo prioritario número uno del enemigo”, declaró Serhi Popko, jefe de la administración militar, en la aplicación de mensajería Telegram.
Klitschko también dijo que presentará una enmienda separada para que sea considerada en el presupuesto de la ciudad para asignar 300 millones de grivnas para las necesidades de las fuerzas armadas de Ucrania.
El ejército ruso controla franjas del este y el sur del país, y por ahora no hay señales inmediatas de que planeen otro asalto a la capital ucraniana. No obstante, Kiev es blanco habitual de ataques con misiles y drones; el último mató a dos personas el miércoles.
El principal asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, ha afirmado que estos bombardeos sobre la población llegan como “venganza” por los “crecientes accidentes” en Rusia y los “fallos” en el frente de combate y reflejan “un odio étnico y un intento de intimidación psicológica”.
Esta ola de ataques ha tenido lugar el miércoles precisamente en una noche en la que Rusia ha denunciado un intento de “ataque masivo con drones” en territorio ruso, al haber derribado vehículos de este tipo en al menos cinco regiones distintas del país. En las últimas semanas, las autoridades rusas han informado de numerosos derribos de drones en varias provincias, lo que supone un aumento de las incursiones de este tipo de vehículos, especialmente en la zona fronteriza.
Los aparentes drones ucranianos que ingresan profundamente en Rusia y las misiones de sabotaje transfronterizas forman parte de los esfuerzos de Kiev por ejercer presión interna sobre el Kremlin, militar y políticamente. Por otro lado, una contraofensiva ucraniana lanzada en junio está erosionando algunas partes de la línea del frente, afirman funcionarios de Kiev.
Ucrania pretende “erosionar la moral rusa y aumentar la presión sobre sus comandantes”, afirmó en una evaluación el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un centro de investigación. La estrategia es “llevar a las fuerzas rusas a un punto de inflexión en que el poder de combate y la moral puedan comenzar a quebrarse”, señaló el Instituto en el análisis el miércoles por la noche.
(Con información de AFP, AP, EFE y Reuters)