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Adiós a 7 hábitos: la clave para alcanzar la serenidad después de los 50 años

Expertos en bienestar señalan cuáles son las dinámicas y actitudes que deben eliminarse a esta edad para reducir el estrés y construir un futuro más estable y feliz.

27 de noviembre de 2025


Al cumplir los 50 años, la búsqueda de bienestar y estabilidad emocional se convierte en una prioridad central. Según análisis de especialistas en salud mental, la serenidad después de los 50 no es un estado que llega por sí solo, sino que se construye a partir de soltar aquellas costumbres que generan agotamiento, frustración y ansiedad.

Para lograr un día a día más equilibrado y aprovechar esta nueva etapa, es fundamental identificar y eliminar los comportamientos que ya no aportan valor a la vida adulta.

Establecer límites y cuidar los vínculos
El agotamiento por complacer a otros

Uno de los hábitos más perjudiciales es mantener el impulso de satisfacer constantemente las expectativas ajenas, un patrón que genera agotamiento, estrés y frustración. Los especialistas indican que aprender a establecer límites, y utilizar el “no” como un acto de autocuidado, es una acción esencial en esta etapa para proteger la estabilidad personal y la energía.

Relaciones tóxicas y comparaciones constantes

Asimismo, resulta vital desvincularse de amistades o compromisos que resultan nocivos, marcados por la crítica, la culpa o dinámicas que drenan la energía. Aprender a rodearse de personas que realmente suman valor y respeto es una decisión que mejora la calidad de vida de inmediato.

Paralelamente, la comparación constante con los demás —alimentada muchas veces por las redes sociales— actúa como una trampa emocional. Esto impide valorar el camino propio, afectando la autoaceptación y la serenidad a los 50.

Eliminar la prisa y el lastre del pasado
Soltar la preocupación y la velocidad

Otro factor que mina la tranquilidad es vivir con prisa o con la necesidad de anticiparlo todo, lo cual solo alimenta la preocupación crónica. Los expertos recomiendan enfocarse en aquello que sí depende de uno mismo y aceptar la incertidumbre, una de las lecciones más liberadoras para reducir la ansiedad innecesaria.

Dejar el pasado atrás

Aferrarse a experiencias pasadas o vivir constantemente en la nostalgia impide construir el presente y el futuro. La clave para la serenidad es aceptar que las vivencias forman parte de un proceso, pero que a los 50 años cada día debe ser visto como una oportunidad para comenzar de nuevo y con nuevos propósitos.

Enfocarse en la salud y la acción personal
La salud como prioridad innegociable

Ignorar el cuidado integral se vuelve peligroso a esta edad. La salud física y mental requiere mayor atención, incluyendo ejercicio regular y un equilibrio emocional constante. Aceptar los cambios naturales del envejecimiento y priorizar el bienestar es fundamental para prevenir problemas a largo plazo.

Vencer la postergación

Finalmente, postergar tareas o proyectos importantes es una trampa que quita propósito y genera una carga mental innecesaria, especialmente con proyectos personales o hobbies. Establecer metas claras y dejar de posponer aquello que aporta sentido a la vida son pasos cruciales para mantener la motivación y la serenidad a los 50.