El clima en Santa Fe atraviesa días de relativa estabilidad, con temperaturas elevadas y cielos mayormente despejados, aunque el panorama cambiará hacia el cierre de la semana. De acuerdo con el Centro de Informaciones Meteorológicas de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL (CIM-FICH), la presencia de un sistema frontal frío de corta duración provocará condiciones inestables desde el viernes, con lluvias de variada intensidad y un descenso paulatino de las marcas térmicas.
Para este miércoles 22 de octubre, se prevé una jornada parcialmente nublada, con mínima de 18°C y máxima de 32°C. El cielo se mantendrá mayormente despejado durante la mañana, aunque con nubosidad en aumento hacia la tarde o noche. Las condiciones seguirán siendo estables, pero con baja posibilidad de lluvias débiles y dispersas hacia las últimas horas del día. Los vientos soplarán leves a moderados del este/noreste, rotando al este hacia la tarde.
El jueves 23 continuará con un ambiente veraniego, alcanzando una máxima de 35°C. El cielo estará mayormente despejado, con nubosidad variable por momentos y baja probabilidad de lluvias aisladas durante las primeras horas. El viento soplará con mayor intensidad desde el norte y noreste, aportando aire cálido y húmedo que anticipa la llegada de la inestabilidad.
El cambio de tiempo se concretará el viernes 24, cuando se esperan lluvias y tormentas a lo largo del día. El cielo estará parcial a mayormente nublado, con precipitaciones débiles a moderadas, y posibilidad de chaparrones intensos o tormentas aisladas. Las temperaturas descenderán notablemente, con valores que oscilarán entre 20°C de mínima y 24°C de máxima. Los vientos rotarán del norte al sur/sureste, incrementando su intensidad en horas de la noche.
El sábado 25 seguirá con cielos nublados y lluvias durante la mañana, aunque con mejoras hacia la tarde. La mínima será de 16°C y la máxima de 24°C, con vientos leves a moderados del sector sur, que podrían intensificarse por momentos.
De esta forma, el fin de semana traerá un alivio térmico, pero también condiciones inestables, ideales para planificar actividades bajo techo y dejar el abrigo a mano.
