Sentir que la mente está abrumada, tener dificultades para concentrarse o experimentar olvidos frecuentes son síntomas de lo que se conoce como “niebla mental”. No se trata de una falta de capacidad, sino de una señal de que nuestro cerebro está cansado, estresado o simplemente saturado. Este estado puede afectar significativamente nuestro desempeño laboral, académico y personal.
El Dr. Tharaka Gunarathne, psiquiatra y graduado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Aberdeen, ofrece una serie de estrategias prácticas para disipar esa niebla y restaurar la claridad mental.
Estrategias para un cerebro enfocado:
Crear rutinas: Establecer una estructura diaria, tanto por la mañana como por la noche, reduce la fatiga que provoca la toma constante de decisiones. Planificar con antelación tareas como la ropa que usaremos o el desayuno, libera a nuestro cerebro para que pueda concentrarse en actividades prioritarias.
Ser amable con uno mismo: Es crucial entender que la niebla mental es una señal de agotamiento. Reducir el ritmo, aprender a delegar tareas o pedir ayuda son pasos válidos y necesarios para aliviar la presión. Si los síntomas persisten, es recomendable consultar a un médico.
Tomar descansos regulares: Realizar pausas breves de cinco a diez minutos entre actividades ayuda a restaurar la atención y a procesar la información de manera más ágil. Estos intervalos funcionan como un reseteo mental que permite liberar tensiones antes de continuar.
Utilizar herramientas de organización: Apoyarse en calendarios y recordatorios digitales para no sobrecargar la memoria es fundamental. Programar tareas y reservar bloques de tiempo para actividades específicas libera un espacio mental muy valioso.
El método SWANS: 5 hábitos clave para el cerebro
El Dr. Tharaka propone el acrónimo SWANS para resumir cinco hábitos esenciales para la salud cerebral:
Estrés: Reducir los niveles de cortisol mediante técnicas de respiración consciente, mindfulness o la práctica de hobbies.
Agua: Mantener una hidratación regular a lo largo del día es vital.
Alimentación: Priorizar alimentos integrales y ricos en colina, un nutriente que refuerza la memoria y se encuentra en huevos, pescado y frutos secos.
Sueño: Asegurar un descanso nocturno adecuado y de calidad.
La implementación de estas prácticas en nuestra vida diaria no solo ayuda a combatir la niebla mental, sino que también fortalece nuestra capacidad de concentración y nos permite gestionar el estrés de manera más efectiva, mejorando nuestra calidad de vida en general.


