El 3 de junio de 2015 se convocó en casi todas las ciudades del país a una protesta en repudio al femicidio de Chiara Páez, de 14 años. El repudio generalizado por su muerte fue más grande del esperado, se masificó y marcó un antes y un después en la agenda del feminismo. Desde ese momento y bajo la consigna “Ni Una Menos. Vivas nos queremos”, cobraron fuerza estos reclamos en contra de la violencia hacia las mujeres y se conformaron mesas Ni Una Menos a lo largo de todo el territorio argentino.
A cinco años de ese primer grito por la muerte de Chiara, su hermana Romina dialogó con Juani Citroni en Veníamos Bien sobre lo que se originó en la sociedad tras el femicidio de la joven y sostuvo que "lo que se generó con el movimiento Ni Una Menos fue impresionante y no solo acá en el país, fue una movilización que trascendió fronteras. Con la rapidez que se organizó y lo que fue ese primer 3 de junio, la verdad que fue muy emocionante ver a todas las mujeres que salieron a gritar ´basta´, fue: Paren de matarnos. El caso de Chiara fue como una especie de gota que rebalsó el vaso".
El femicida de Chiara condenado a 21 años, fue la condena más alta por ser menor "al momento de asesinarla era menor y no le podían dar más años".
Ahora la justicia debe definir si deja firme la condena
"La justicia lo definió enseguida de cometido el hecho, nunca pudieron encontrar una prueba que los pudiera incriminar, por eso quedaron en libertad"
Por último, Romina se refirió a que no hubo grandes cambios respecto alos números no acompañan para nada, porque desde ese 3 de junio de 2015 hubo más de 1400 femicidios al día de hoy. Falta mucha responsabilidad de parte de todos los organismos del Estado. Es un cambio cultural que va a llevar tiempo, falta compromiso del Estado, tiene que ser un tema de agenda pública que, en estos tiempos de pandemia, se necesita mucho más. No es sólo un tema de agenda, de presupuesto también2.
